Devoción a María Auxiliadora Antes, durante y después de Don Bosco

Con información de: Mons. José Divassón, P.S Francisco Méndez, PS. Johan Castro, PS Ángel Córdoba,  Carlos Bosio, sdb y Boletín  Salesiano

María se nos presenta como un ejemplo de vida que se funda en el amor y la disponibilidad

No solo en tiempos de Don Bosco se extendió esta devoción: es llamativa su actualidad, sobre todo considerando los tiempos difíciles que deben atravesar los jóvenes


En 1862, Don Bosco reafirma su opción mariana al expresar que “la Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan duros que tenemos necesidad de que sea ella quien nos ayude a conservar y defender la fe cristiana”.

Al año siguiente emprende la construcción de la iglesia —actual Basílica de María Auxiliadora— que la Virgen, a través de un sueño, le había pedido que realizara en Turín. Aunque en ese momento sólo contaba con unas pocas monedas que destinó al primer pago del constructor, fueron tantos y tan grandes los milagros que la Auxiliadora empezó a conceder a sus devotos, que sólo cuatro años después tamaña empresa ya estuvo terminada.

Al respecto, Don Bosco solía decir: “Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen”. Y en este sentido, una convicción que atravesó toda su obra y que repetía cada vez que podía era que “todo lo ha hecho Ella” o bien “No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado”.

 

Siempre presente

 

No solo en tiempos de Don Bosco se extendió esta devoción: es llamativa su actualidad, sobre todo considerando los tiempos  difíciles que deben atravesar los jóvenes.

Hoy más que nunca se vuelve necesario contar con un auxilio, un acompañamiento particular para poder vivir con autenticidad el mensaje de Jesús. Sobre todo cuando, muchas veces, se está bombardeado por estilos de vida que no coinciden con los criterios y las actitudes del Evangelio.

Ante los desafíos de los tiempos actuales, María se nos presenta como un ejemplo de vida que se funda en el amor y la disponibilidad. Bajo su manto encontramos protección, reposo y paz, un lugar donde descansar de nuestras luchas y reponernos de nuestros fracasos y desalientos.

Hoy toda la Familia Salesiana, fiel al espíritu de los fundadores y en las diversas presencias que se lleva adelante, sigue proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo el auxilio que viene de la querida Virgen María

Con información de: Mons. José Divassón, P.S Francisco Méndez, PS. Johan Castro, PS Ángel Córdoba,  Carlos Bosio, sdb y Boletín  Salesiano.

 

 

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