Cuando el precio de la moneda se ubica en los niveles más bajos, y no tiene el valor que le corresponde, se produce la devaluación, destruyendo la economía y el aparato productivo, dando como resultado la debacle en todos los sectores de producción; la empresa privada se ve obligada a reducir su personal, o al cierre técnico de la misma, y sus empleados quedan a la deriva en busca de nuevas ofertas de trabajo inexistentes; la poca producción de alimentos se ve mermada y escasa en los sectores de bajos recursos; además la moneda circulante del momento trae como resultado dificultades para adquirir los alimentos y debe conformarse con lo poco que consigue en la preparación de los mismos.
Ningún país obliga a otro a utilizar su moneda, pero aquí debido al poco valor y la escasez del circulante y su devaluación; el vendedor del producto solicitado por la persona, este le pide esa moneda extranjera, el cual se aprovecha de la necesidad del comprador, dando como resultado a la especulación; otro elemento observado cada día es la subida de los precios, y es así que la persona se ve obligada a negociar con otros elementos o altas sumas de dinero devaluado, para poder adquirir la moneda extranjera la cual se ubica en niveles muy altos con respecto a la nuestra.
Hoy observamos como la calidad de vida de las personas, los malos servicios públicos, el aumento sin control de los productos las ventas clandestinas de alimentos sin permiso sanitario, la mala administración de los gobiernos de turno, hacen cada día a la agobiante crisis un lugar donde todo se hizo negocio, y la triste espera de las dadivas, donde los privilegiados logran negociar alimentos del exterior, con porcentajes sustanciosos a sus bolsillos; es así como va dejando las peores huellas de un país en la triste decadencia de la historia.