Redacción Ciencia, 25 ene (EFE).- Las observaciones del telescopio espacial Hubble de la NASA y la Agencia Espacial Europea (AEE) han permitido a los científicos descubrir el exoplaneta (un planeta que orbita alrededor de una estrella) más pequeño en cuya atmósfera se ha detectado vapor de agua.
Con sólo dos veces el diámetro de la Tierra, el planeta GJ 9827d podría ser un ejemplo de posibles planetas con atmósferas ricas en agua en otros lugares de nuestra galaxia.
«Esta sería la primera vez que podemos demostrar directamente a través de una detección atmosférica que pueden existir planetas con atmósferas ricas en agua alrededor de otras estrellas», señala Björn Benneke, miembro del equipo de la Universidad de Montreal que ha hecho el descubrimiento.
«Con este hallazgo damos un paso importante para determinar la prevalencia y diversidad de atmósferas en planetas rocosos», agrega el investigador en un comunicado difundido por Hubble.
No obstante, los científicos creen que aún es demasiado pronto para saber si el Hubble midió una pequeña cantidad de vapor de agua en una atmósfera hinchada rica en hidrógeno, o si la atmósfera del planeta está realmente compuesta por vapor de agua a gran escala.
«Nuestro programa de observación se diseñó específicamente con el objetivo de detectar tanto las moléculas de la atmósfera del planeta como el vapor de agua.
Cualquiera de los dos resultados sería emocionante, tanto si el vapor de agua es dominante como si se trata sólo de parte diminuta en una atmósfera dominada por el hidrógeno», afirma otro de los investigadores, Pierre-Alexis Roy, afiliado a la misma universidad.
En cualquier caso, dado que el planeta está tan caliente como Venus, con unos 425 grados de temperatura, sería «inhóspito y lleno de vapor si la atmósfera fuera predominantemente de vapor de agua», indican los científicos.
En la actualidad, los investigadores contemplan dos posibilidades para explicar el vapor de agua observado en su atmósfera.
Una de ellas es que el exoplaneta aún se aferre a una envoltura rica en hidrógeno y repleta de agua, lo que lo convertiría en un mini-Neptuno; y la otra posibilidad es que se trate de una versión más caliente de Europa, la luna de Júpiter, cuya corteza contiene el doble de agua que la Tierra.