Despedida con arpa, cuatro y maracas

Una constelación de luminarias de la canción criolla se dio cita en el salón de Servicios Especiales donde se le rindió el último homenaje al extraordinario artista trujillano

 El espectacular artista trujillano Alirio Ocanto fue llevado a su última morada en un bonito homenaje entre amigos, compañeros, artistas y todo un pueblo que lo aclamó en cada uno de los escenarios en que llevó su prodigioso talento musical.

No podía ser de otra manera, el maestro de maestro Alirio Ocanto fue despedido a lo grande, con música, con arpa, cuatro y maracas.

Una constelación de luminarias de la canción criolla se dio cita en el salón de Servicios Especiales donde se le rindió el último homenaje al extraordinario artista trujillano, ahí se dieron cita parte de la agrupación “Remembranza llanera”, los hermanos Valbuena, José Monagas, Rigoberto Perdomo, Rafael González, Libio Arias, Jofre Bohórquez, Antonio Quintero, Gilberto Pineda, su hermano y compañero artístico por 50 años, Rigoberto Ocanto, Rodolfo Perdomo, entre otros hombres y mujeres que se unieron en un solo coro en honor al famoso “Tatarilla”.

Exquisitas canciones que brillaron en los miles de espectáculos montados por la hoy leyenda, fueron interpretados, “Puerto Abandonado”, “Noche de Amor”, “Vagando por la llanura”, “Muchacha de ojazos negros”, “Linda Barinas”, “Alma llanera”, “Venezuela” y por supuesto no podía faltar el “Pájaro Campana”, una nota que Alirio la convertía en más pasión, amor y sentimiento al escucharla de sus manos prodigiosas y su compañero eterno, el arpa. Por cierto fue el gran ausente.

Bohórquez declamó un poema compuesto por Andrés Ocanto denominado “Mi hermano querido”, varios amigos dejaron expresar sus sentimientos y agradecimientos para con Alirio, como Angélica Desantiago en nombre de la Alcaldía de Valera, Segundo Peña Peña, o su vecino de siempre en el 44 de La Beatriz, Rafael “Tata” Peña.

Sin duda alguna un momento sutil, sublime para un hombre que dio tanto en cada uno de sus pasos artísticos a lo largo de sus 60 años de enamorar a través de la música venezolana, las Arpas de Dios abren sus brazos porque ha llegado un hombre merecido de toda bendición celestial.


Rafael “Tata” Peña

“El pueblo trujillano está de luto, fue un personaje que supo ganarse el aprecio de todos nosotros, con Alirio se va un trozo de la vida, que Dios te tenga Alirio en el mejor lugar que te ganaste en este planeta, ¡¡¡Adiós arpa!!!

 

 

 

Reny Valbuena

“Fue mi gran maestro con el arpa, maestro de maestro, triste partida, siempre fue un gusto homenajearlo”

 

 

 

Adalberto Cepeda

“ Tuve la dicha de que cuando llegué en el 73 Alirio fue el primer artista que me acompañó junto a Víctor Alvarado, tuvimos un programa de radio y tocamos muchas veces, una gran pérdida”

 

 

 

José Monagas

“Dedicó su vida a alegrársela a los demás, la historia de la música trujillana tiene una página reservada para lo que fue la trayectoria y el aporte de Alirio, no sólo para su generación, sino para la actual, nunca fue mezquino con el talento que Dios le dio”

 

 

Magaly Peña

“Alirio fue lo máximo, fue mi hermano, se ganó el cariño de todos”

 

 

 

Franco Acosta

“Siempre le rendiré tributo, en mis inicios como cantante aficionado estuvo Alirio, bueno con quién no estuvo su arpa, estoy seguro que llegó al cielo con su prodigiosa música, no se ha ido, perdurará en nuestros corazones siempre”

 

 

Jofre Bohórquez

“Me dejó grandes recuerdos, enseñanzas, estuvo en mi matrimonio y lo tengo en video, fue grandioso”

 

 

 

Marvin Joe

“Fue una institución a nivel nacional, nos deja un legado extraordinario, sobre todo a los valeranos, Alirio llenó de satisfacción, alegría, amor y canto a todos”

 

 

Rony Berticci.

“Desde los 7 años compartí con Alirio, fue un gran maestro, recuerdo que me dijo una vez, -Uno en la vida puede tocar de todo, uno es dueño de su arte- y gracias a ello desde hace 45 años cantó lo que yo quería”

 

 

 

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