Ahora con una unidad y funcionarios de la Guardia Nacional que se apostan en las noches en las inmediaciones de la antigua plaza de toros de San Juan de Colón, se inician las fiestas callejeras que duran hasta las 05:00 de la mañana, los altos niveles de decibeles se escuchan hasta a cinco cuadras de distancia.
En primera instancia la comunidad de la carrera 10 solicitó mediante una reunión el apoyo a los organismos de seguridad que hacen vida en la jurisdicción; Policía del estado Táchira, Policía Nacional Bolivariana y Guardia Nacional para evitar que los “rumberos” obstaculizaran la vía pública con los vehículos y sonidos que perturban la tranquilidad de la zona residencial, apoyo que la comunidad recibió esa misma semana donde se hizo presente una patrulla de la GNB, quienes se estacionaron, a pesar que los rumberos no obstaculizaron la calle, si se evidenció la presencia de motorizados infringiendo el decreto 511, contaminación sónica proveniente de vehículos estacionados en el lugar, ingesta de alcohol y consumo de sustancias ilícitas, denunciado por los vecinos del sector.
“Aquí hay libre consumo de droga y hasta prostitución porque en la cabina de Cantv que se encuentra dentro del parque infantil se han visto teniendo relaciones sexuales, incluso acá afuera en el quiosco de hamburguesas, hay un libertinaje que hasta a las autoridades competentes se le salió de las manos” dijo un vecino del lugar.
El descontrol inicia los jueves hasta el domingo en horas de la mañana que culminan las fiestas callejeras en la parte alta de la ciudad.