Desnutrición y Epigenética en nuestro país

 

Según la ONU un 94% de la población de nuestro país vive actualmente en la pobreza, unas 3,7 millones de personas están subalimentadas y al menos un 22% de los niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica (Venezuela al Día, 28 de marzo 2019).
Estas cifras indican que quizás podría haber secuelas en nuestra población durante varias generaciones aunque se lograra recuperar una buena nutrición durante los próximos años. Para entenderlo es menester hacer referencia a la llamada ‘epigenética’, que es una disciplina relativamente reciente en la biología y atañe a los cambios en la expresión de los genes debidos a circunstancias ambientales. Entre tales circunstancias podemos considerar una hambruna.
En efecto, la bióloga británica Nessa Carey, profesora en el Imperial College de Londres ha estudiado durante más de 15 años la Epigenética. En su importante obra titulada: ‘La Revolución de la Epigenética. Cómo la biología moderna está re-escribiendo nuestra comprensión de la genética, la enfermedad y la herencia’ (1) describe una cantidad de ejemplos y entre ellos considera el llamado ‘Invierno del Hambre en Holanda’ durante la Segunda Guerra Mundial entre noviembre de 1944 y mayo de 1945, durante el cual la población estuvo bloqueada por los nazis y sufrió una hambruna, la gente solamente consumía un 30% de la ingesta de calorías normal diaria, y hasta comía grama para sobrevivir. Se calcula que unas 20.000 personas fallecieron y después la población sobreviviente fue estudiada durante años por investigadores.
Se encontró que los hijos de mujeres embarazadas que sufrieron desnutrición durante su embarazo, luego manifestaron secuelas de mala salud física y mental no solamente como bebés sino en su vida adulta. Pero lo más sorprendente es que esas secuelas de mala salud eran heredadas por los nietos de esas mujeres, aunque los hijos de esas mujeres se alimentaron bien durante su vida. Eso significa que las malas condiciones de alimentación de esas mujeres embarazadas incidieron de manera más o menos permanente en la expresión de los genes durante varias generaciones aunque ya no hubiera desnutrición (2).
Por otra parte, el conocido sociólogo trujillano Roberto Briceño León, declaró el 7 de mayo de 2019 que: “Venezuela ocupa el primer lugar entre los países con más suicidios en el continente americano” (www.elnacional.com).
En nuestro país no hay estudios rigurosos ni estadísticas sobre las enfermedades mentales que está sufriendo nuestra población, pero se sabe que han aumentado significativamente. No obstante, aunque todavía no estamos viviendo algo tan grave como el ‘Invierno del Hambre en Holanda’, de todas formas podemos preguntarnos si nuestra población sufrirá secuelas epigenéticas durante las próximas generaciones aunque ya tenga acceso a mejores condiciones de vida.

NOTAS: (1) Nessa Carey (2012) ‘The Epigenetics Revolution. How Modern Biology is Rewriting Our Understanding of Genetics, Disease and Inheritance’. Columbia Univ. Press. (2) Pags. 1-9 en Op. Cit.

Salir de la versión móvil