La parroquia Monseñor Jáuregui, Niquitao, con la montaña mas alta de nuestro Estado Trujillo oscilando la Teta entre unas altitudes entre 3.200 y 4.006 m.s.n.m. Niquitao también es valor en la historia, por la batalla que lleva su nombre y se libro en 1813 y cuyo encuentro en El Paramo de Tirindí, fue clave para nuestra independencia. Es un verdadero tesoro ecológico, dueño de una gran importancia turística, zona agrícola por excelencia, un pueblo noble y trabajador, bellos y hermosos paisajes, aguas cristalinas, sabroso clima y sobretodo, la hospitalidad de su gente, hacen de esta tierra un verdadero paraíso, que debe ser orgullo no solo de los Niquitaences, sino de todo el pueblo Trujillano. Así con este entremés, describe el luchador social Julio Romero a la histórica población de Niquitao, que lamentablemente también esta cargada de grandes problemas y que hasta ahora las autoridades solo proyectan y anuncian, pero no ejecutan como es el deber ser
Señor Gobernador
Por la razón anterior Romero se dirige a la máxima autoridad de la región en los siguientes términos: Señor Gobernador, la carretera Boconó, Tostós, Niquitao, Las Mesitas, Tuñame, es una vía de suma importancia para el desarrollo agrícola y turístico para el estado Trujillo. En este momento se encuentra en deplorables condiciones y podemos decir, casi intransitable, llevando así a nuestros productores agrícolas como a todos los habitantes de esta zona a una situación desesperante. Son muchos los años que hemos tenido que llevar a cuestas este problema que ya se torna inaguantable. Pero eso no es todo – Continúa –
Señor Gobernador
Nosotros los Niquitaences, agradecemos altamente Señor Gobernador, sus valiosos esfuerzos para que antes de las fiestas decembrinas, nosotros podamos contar con el arreglo de esta importante vía. Lamentablemente, Niquitao no solo cuenta con el problemas de su pésima carretera, sino que tenemos variedad de incomodas situaciones, como es la falta de un buen alumbrado público para sus calles; las plazas: Bolívar y Mons. Jáuregui, la Prefectura y la fachada de la Iglesia, necesitan la atención gubernamental; las calles en mal estado y algunas de ellas aún son de tierra; el acueducto requiere mejoramiento, al igual que hace falta mantenimiento constante al servicio telefónico. Para finalizar, sin un ápice de malestar y manteniendo sus buenos modales Julio Romero – Concluye con un párrafo que mas bien parece un poema –
Nosotros también merecemos
Señor Gobernador, los Niquitaences agradecemos a usted, mas empeño para darle a Niquitao el sitial que se merece, pues este hermoso rincón histórico, turístico, ecológico y agrícola, constituye un orgullo para el Estado Trujillo y que aparte de ofrecer nuestras bondades a quienes nos visitan, nosotros también merecemos vivir mejor. De su voluntad, gestión personal y gerencial, estamos dependiendo.