*Dedicado al Médico Natucentrista Francisco Torres, gran amigo de la tierra.
Por: Toribio Azuaje
La tierra sobre la que habitamos tiene una influencia extraordinaria sobre la vida que crece y se desarrolla en ella. El planeta funciona como una gran batería acumuladora de energía, esta energía acumulada es negativa, es decir la tierra está cargada de electrones. Por eso cuando trabajamos con electricidad se dice hacer tierra al momento en el cual se hace contacto con esa energía negativa que se acumula en ella. Nosotros por el contrario acumulamos en nuestro cuerpo los protones, es decir la energía positiva. Toda la energía que recibimos con las ondas electromagnéticas de las nuevas tecnologías emanadas por los aparatos electrónicos que comúnmente usamos, como televisores, computadoras, teléfonos celulares, microondas, el wi-fi y ahora la tecnología 5G, toda esa energía se acumula en nuestro cuerpo sin que lo notemos y sin que podamos descargarla porque el calzado nos mantiene aislado de la tierra. Estos protones o energía positiva que acumulamos si no los descargamos provoca desequilibrios en el funcionamiento de nuestro organismo, causando niveles altos de stress y degenerando en desequilibrios hormonales y de nuestros órganos internos provocando que nuestro cuerpo ingresé a ese estado de desequilibrio al que llaman enfermedad.
El cuerpo debe liberar esta energía positiva acumulada para poder funcionar correctamente, y eso solo lo logra ‘haciendo tierra». Cuando esto ocurre se descarga todos esos protones acumulados y puede sentirse el confort de un cuerpo descargado y recuperando su equilibrio natural. Nuestros ancestros andaban descalzos y eran más sanos, ellos estaban permanentemente «haciendo tierra». Cuando comenzamos a usar calzados fuimos perdiendo nuestra conexión con ella, nuestro cuerpo se fue llenando de protones y comenzamos a ser individuos más débiles y menos sanos.
Entonces ¿cómo podemos hacer tierra? Sencillamente poniendo nuestro cuerpo en contacto con ella. Si caminamos descalzos por un rato sobre la grama del jardín, en la playa o el parque estarás descargando esas energías pesadas de tu cuerpo. Es por eso que la actividad agrícola, el trabajo del campo, el trabajo con la tierra, funciona como terapia sanadora. Los electrones almacenados en la tierra son antioxidantes y antinflamatorios, ayudan con los problemas de artritis, mejora la circulación y el funcionamiento del sistema nervioso.
No hay nada más reconfortante, placentero y liberador que la siembra del campo, practicar la agricultura sana con el amor y cariño que se desprende de las manos campesinas. Eso hace un poco más sanos a quienes habitamos en estas comunidades campesinas.
En la CONUCOTERAPIA usamos la conexión a tierra como práctica sanadora. Camina descalso sobre la grama o tierra, abraza por unos minutos un árbol así harás contacto a tierra, descargarás el cuerpo y notarás el placer de sentirte liberado de esas energías pesadas que nos provocan desequilibrios en el funcionamiento del cuerpo. No hay mejor forma para combatir esa enfermedad moderna que llaman stréss que «haciendo tierra»
Caso similar ocurre con algunos gobiernos y algunos gobernantes, andan atiborrados de protones pues han perdido su conexión a tierra, deberían quitarse los zapatos y pisar el mismo pasto que pisa el pueblo al que dicen dirigir.