CREDIBILIDAD…tan vital como el aire para respirar, es tan necesaria y fundamental sobre todo en tiempos de crisis, como la que padecemos desde hace años y que lejos de mejorar – si antes pacifica y constitucionalmente no se da una salida a corto o mediano plazo – tiende a profundizarse en lo político, social, económico, ético y moral. Lamentablemente para la vida pública nacional los ilegítimos poderes públicos carecen de credibilidad, en el ámbito político esta en peligro de extinción, en el contexto comunicacional en permanente amenaza, tan solo la Iglesia, movimiento estudiantil, universidades, gremios, sindicatos, empresa privada y otros sectores mantienen un importante nivel de credibilidad. Corresponde a cada quien atender o no esta situación que atenta contra todo aquello que sirva y contribuya a la solución de esta tragedia. En nuestro caso, como periodista, y en virtud del desagradable episodio conocido por nuestros lectores y opinión publica, más que lamentarse obliga a tomar precauciones, primero para evitar que se repita; segundo, para no servir de tonto útil a intereses malsanos de persona o actor político que pretenda aprovecharse de cualquier diferencia personal, profesional, laboral o política que se tenga con alguien en particular. En ese sentido, se equivocan quienes así se lo han planteando. Vayan bajándose de esa nube. Nuestra línea comunicacional ha sido, sigue y seguirá siendo crítica y constructiva, sin extremismo. Jamás obedecerá a intereses ajenos al bienestar ciudadano, mucho menos, contra la libertad y la democracia. Tanto los periodistas como la mayoría de los medios de comunicación social debemos estar alertas ante cualquier intento por socavar nuestra credibilidad. Salvaguárdala y blindarla…es tarea de todos para evitar ser comparados con quienes carecen de credibilidad que hacen de la mentira un instrumento para sus fines. Así como la fe es lo más sagrado para los católicos, la credibilidad lo es para los periodistas. El periodismo, para quien suscribe, no solo es una profesión sino pasión y más allá. Saben amigos lectores el por qué Maduro ha venido de fracaso en fracaso, “porque no le creen”. A eso se debe el fracaso al llamado de “conciencia ciudadana” a la cual ha apelado Maduro para enfrentar la pandemia por coronavirus, y ya vemos hasta la fecha cual han sido los resultados. Igual sucede con la convocatoria a elecciones parlamentarias, Mas de 90% de los venezolanos no cree en ese proceso electoral, lo considera una farsa, y así lo reflejan tanto las encuestas como la poca participación e inscripción de nuevos votantes en el REP. Así como no le creen al CNE tampoco a las organizaciones y actores políticos que decidieron participar. Hasta la fecha, la convocatoria de dichos comicios no ha despertado el más mínimo interés y entusiasmo a la población. Será esa la verdadera causa que ha prendido las alarmas en los inquilinos de Miraflores que estudian la posibilidad de suspender o postergar las parlamentarias y no la pandemia por coronavirus, y de esa manera evitar otro fracaso, que se manifiesta en otra derrota política tanto para Nicolás Maduro como a quienes les han servido de “tontos útiles”.
ALARMANTE REBROTE DE COVID-19…obliga a las autoridades gubernamentales dejarse ayudar, ya que es un problema que atañe a todos por igual porque este virus no es selectivo. Si no que lo digan los contagiados altos funcionarios, que por cierto aun le deben una explicación al país. ¿Cómo se contagian quienes deben ser los primeros en cumplir con las medidas preventivas, principalmente con la cuarentena, que tanto exigen a la población? El caso de los 45 trabajadores de VTV, gobernadores, constituyentistas, militares, etc., es alarmante. Preocupa que lejos de disminuir se incrementa. Más allá, de una comisión presidencial o un estado mayor urge una comisión nacional conformada fundamentalmente por instituciones y especialistas en la materia epidemiólogos, infectologos, sanitaristas, entre otros profesionales de la medicina, en vez de El Aissami, Padrino Lopez, Delcy o Jorge Rodríguez. Esa es una manera de generar confianza, transparencia y credibilidad necesaria para que la gente tome conciencia de la gravedad de la pandemia. No se puede seguir dando la sensación que la situación esta bajo control, como todo plan debe ser revisado y corregir si los resultados no son satisfactorios, como en efecto esta sucediendo con la pandemia por coronavirus. Con la salud no se juega amigos del régimen, y también va para nuestros lectores y pueblo en general. A cuidarse con o sin cuarentena radical.
BIOTERRORISTAS… Mi respeto a todos los sacerdotes de Venezuela y el mundo, salvo algunas excepciones, como es el caso del padre Numa Molina, según el prelado “los venezolanos que regresan a su tierra son bioterroristas”. Haciéndole coro a Maduro de responsabilizar a los compatriotas que regresan a su tierra, llamados despectivamente “trocheros” del rebrote de coronavirus. Llegar a ese extremo para congraciarse con quienes para el pueblo han destruido a Venezuela no tiene perdón de Dios y menos proveniente de un hombre de fe.
PALABRAS SABIAS…del jesuita Luis Ugalde, publicado en El Nacional “Conciencia y Construcción. Es la hora que la conciencia avance a la construcción de lo nuevo. Ahora cuando el fracaso del régimen actual es evidente e indiscutible nuestro reto es convertir el mal en bien y hacernos capaces de tejer lo nuevo…Venezuela estalla en rabia, pero solo tiene futuro si levanta el vuelo para transformar la muerte en vida; el odio en amor y la desesperación en esperanza. La hora de la conciencia no se acabara con la salida irremediable del régimen sino que alimentará las virtudes ciudadanas y productivas para el éxito de la nueva democracia. Hasta la próxima.