Por: Héctor Díaz*.
Es una innovación constitucional tal y como lo prevé el artículo 71 de nuestra carta magna, pero a la vez, exige tener un conocimiento sobre la materia a consultar y más aún, cuando es transcendental para el país; pretender armar cinco preguntas en materia de política internacional cuando la población electoral no está preparada para su respuesta es la mayor maniobra politiquera de un gobierno. Si le preguntásemos al común de la gente ¿Qué es la Corte Internacional de Justicia? Lo primero que te van a responder es ¿y eso se come con qué? De allí que el tema del Esequibo, fuera de que tenemos añales con ese problema, el ciudadano no lo maneja, primero, por lo complicado del tema y segundo por la manipulación que le han dado.
En fecha reciente le envié, por la vía de las redes sociales, a un grupo de dirigentes del Psuv para que abriéramos un debate sobre el tema del Esequibo y el referéndum consultivo, y una de las respuestas que me enviaron, era “que el texto es muy largo y yo poco leo” y eso que son cuadros políticos, la cual uno se imagina que allí existe formación política, lamentablemente, no es así. Imaginémonos como estarán los cuadros en las bases. La evidencia es grande sobre la manipulación del gobierno con el referéndum consultivo, recordemos que el año entrante se cumplen dos años de mandatos regionales y municipales, más es el año de las elecciones presidenciales y el gobierno busca desesperadamente, un termómetro para medir su convocatoria y su popularidad ya que las encuestas revelan que están en el piso con apenas el 8 por ciento.
La estrategia marcada por el gobierno cubano, recordemos que a cuarenta y ocho horas de haber pasado las primarias, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro volaron a la isla donde analizaron la inmensa movilización de los factores democráticos y el triunfo arrollador de María Corina Machado; allí marcaron la táctica de generar, por la vía del TSJ, una serie de procedimientos jurídicos para invalidar las primarias, se citaron a los miembros de la comisión electoral nacional y regional, se les exigió depositar los cuadernos de votación, las actas y las facturas de gastos, pero eso no les resultó ya que los cuadernos fueron incinerados y el gobierno pretendía hacer una nueva lista Tascón; nada de esto funcionó, al contrario, el rechazo aumentó, pero ahora apelan al sentimiento patriótico como único elemento para borrar el despertar democrático y libertario de un pueblo.
El gobierno pretende matar dos pájaro con una sola piedra, es decir, nos han metido en un referéndum, para que nos olvidemos de la crisis del combustible, de los salarios, del vencimiento de las contrataciones colectivas, del mísero salario mínimo, del acuerdo de Barbados, de la corrupción de Pdvsa por Tarek El Aissami, Hugo Cabezas, Hugbel Roa y toda su pandilla; del arco minero, de los dirigentes sindicales y estudiantiles presos, del cartel de los soles y un etcétera, etcétera largo.
Pero por otra parte, el gobierno quiere esconder las grandes negociaciones con Guyana en la época del canciller Maduro ya que ellos fueron los que autorizaron el programa de inversiones petroleras en la franja del Esequibo, ahora son más patriotas que nosotros.
Un referéndum consultivo tiene que ser convocado, por la medida pequeña, con seis meses de anticipación, que permita la concientización por parte del ciudadano, la divulgación del tema, para que las respuestas tengan validez y tengan connotación ante la opinión nacional e internacional, pero como lo ha expresado María Corina Machado: La soberanía no se consulta, se ejerce. La propia Constitución Nacional lo establece en los espacios geográficos que con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales, no viciados de nulidad. Con ello se corrige la omisión del Congreso Constituyente de 1961 con relación a los laudos y arbitrajes determinantes de nuestras fronteras actuales, como son los de los años 1865, 1891, 1899 y 1922: y se establece de una manera categórica que Venezuela no reconoce los laudos viciados de nulidad, como es el caso del Laudo de París de 1899, que despojó a Venezuela del espacio situado en la margen occidental del río Esequibo. (Preámbulo de la Asamblea Nacional Constituyente) y el artículo 15 lo ratifica cuando dice textualmente que el Estado tiene la obligación de establecer una política integral en los espacios fronterizos terrestres, insulares y marítimos, preservando la integridad territorial, la soberanía, la seguridad, la defensa, la identidad nacional, la diversidad y el ambiente, de acuerdo con el desarrollo cultural, económico, social y la integración. Atendiendo la naturaleza propia de cada región fronteriza a través de asignaciones económicas especiales, una ley orgánica de fronteras determinará las obligaciones y objetivos de esta responsabilidad. Que por cierto, en veintitrés años de gobierno chavista la ley de fronteras no existe, así como tienen en deuda a los trabajadores con el reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo. La palabra referéndum consultivo en esta materia no aparece, porque no se consulta, se ejerce ya que es un problema de Estado; y los referéndum es por los derechos políticos, por eso, este mamotreto de referéndum consultivo constitucionalmente es ilegal, simplemente responde a una estrategia del gobierno de Nicolás Maduro y del Psuv y sus aliados.
*Ex concejal