Desde cerro Felipe | La política como factor de equilibrio | Por: Héctor Díaz*

 

Emil Littré definió la política como ciencia, Paúl Robert, como arte, pero para el común es la intuición, el pálpito. Como ciencia la política se fundamenta en datos, números, hechos comprobables. Como arte en oficio, en olfato, sutileza y sentido de la oportunidad, allí existe una lógica tradicional, científica y una lógica intuitiva artística y muchas veces no es posible que coincidan ambas entonces se apela a una sana y bien adiestrada dirección política que debería asumir la mejor escogencia. Pero la idea no es hacer un tratado de política académica, por eso no citaré a Aristóteles, Averroes, Kant o Hegel; simplemente verla como factor de equilibrio dentro de la conducción de un Estado.

Cuando vamos a un proceso electoral, votamos por quienes presumimos que gozan de una excelente salud mental y moral, que tienen sindéresis y el mayor equilibrio político para asumir tales cargos, pero lo que hemos observado en estos últimos quince años hasta nuestros días, es todo lo contrario, y particularmente me refiero, a los que dirigen el gobierno como administradores del Estado y no quiero hacer referencia a los años del mandato del presidente Chávez, ya que había cierta capacidad de orientar algunas cosas y el entorno de aquel entonces, no todos por supuesto, tenían una pizca de equilibrio y conocían del concepto de política, el caso del doctor. Fernando Álvarez Paz, Héctor Navarro, Jorge Giordani, Aristóbulo Isturiz, Alí Rodríguez, Jorge Valero, Nelson Merente, Rodrigo Cabezas, José Vicente Rangel, entre otros. Pero al llegar Nicolás Maduro, la política se nos volvió un manicomio.

Las recientes declaraciones de los personeros del gobierno, nos dan una idea clara de la lastimosa y pena ajena de una dirigencia política que se arrastra en el lodo de la ignorancia, la falta de respeto, el sentido común, estamos en presencia de un episodio de la vida republicana jamás vista en el país, ni en los peores momentos de la guerra federal, y allí actuaban cuadros políticos-militares de muy bajo nivel cultural, pero con un sentido de respeto para los adversarios hasta en el campo de batalla. Hoy la única manera de entender la política venezolana es con un manual de psiquiatría, somos la vergüenza en el planeta tierra, luego de haber sido un país de respeto y con una dirigencia política, con el más alto nivel intelectual en el debate y aporte de soluciones, en todos los escenarios.

Figuras como Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Valmore Rodríguez, Rafael Caldera, Arístides Calvani, Gustavo Machado, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Teodoro Petkoff, Miguel Otero Silva, Raúl Leoni, Américo Martín, Luis Herrera Campins, Juan Pablo Pérez Alfonso, Luis Alberto Machado, Domingo Alberto Rangel, entre otros connotados dirigentes que hicieron de la política un arte y una ciencia, al servicio del pueblo venezolano.

Daba gusto leer las páginas de opinión de los distintos periódicos que circulaban en el país, donde está dirigencia escribía y hacían sus análisis, que, aunque muchas veces teníamos grandes diferencias ideológicas con algunos de ellos, su lectura era obligatoria para el debate de las ideas; importantes textos que escribían y recién sacados del horno de la tipografía los adquiríamos para analizarlos y someterlos a discusión en el entorno partidista, donde nos ubicábamos. Pero hoy, con esa dirigencia política que nos gobierna, lo que observamos son delincuentes, narcotraficantes, vulgares ladrones de la administración pública y sin pena alguna, se van a vivir al país que tanto odian y detestan a querer disfrutar del dinero mal habido; hemos tocado fondo en la política rastrera, ya la capacidad de asombro se acabó dentro de la sociedad.

Las recientes primarias de los factores democráticos, hizo posible que esa dirigencia gubernamental se salieran del manicomio, dejara al descubierto su miseria humana, y demostraran lo que verdaderamente representan, la poca capacidad en la lectura política. En épocas pasadas la propia dirigencia del gobierno felicitaba a la oposición cuando celebraban este tipo de consulta interna, recordemos que la base fundamental de la democracia es la libertad plena para escoger quienes van a dirigir los destinos de una nación; pero esta cultura choca, con quienes practican el fascismo, el militarismo, la dictadura de partido y los que se creen dueños absolutos del Estado-gobierno y alma del ciudadano. Hoy tenemos que rescatar la inteligencia del venezolano, porque, de lo contrario, vamos directo a los zombis y a los atrasados mentales, que pretenden seguir dirigiendo a toda una nación, es el momento de ir armando escuelas de formación para esta etapa que se nos avecina, para llevar ciudadanos bien formados a los distintos cargos de la administración pública y de elección popular, allí está la clave para sacar al país del abismo en que se encuentra sumergido.

*Exconcejal

 

 

 

 

 

 

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