Parte XVI
El 30 de julio del año 2000 ya se cuenta con la nueva Constitución vigente, se dio inicio a un periodo nuevo y se realizaron las elecciones generales para legitimar todos los poderes y Chávez ganó, según el CNE, con el 59,76% de los votos y tomó posesión para un nuevo período presidencial, bajo la nueva Constitución de 1999, que le otorgaba el poder al Ejecutivo nacional por seis años, es decir, que de cinco años que establecía la Constitución de 1961, ahora pasamos a un periodo de seis años o sexenios.
En el proceso de legitimación de los poderes del 30 de julio de 2000 se presentan como candidatos presidenciales Hugo Chávez a la reelección, el comandante Francisco Arias Cárdenas y el Dr. Claudio Fermín; el movimiento golpista del 4 de febrero ya presenta su primer resquebrajamiento con varias figuras que habían acompañado a Chávez en los cuarteles y esta megaelección configuraba un nuevo cuadro en el país, ya que por primera vez, las elecciones se celebraban desde las municipales (concejales y alcaldes), regionales (gobernador y diputados regionales) y nacional (presidencia de la república y diputados nacionales). Se estrenaba, electoralmente, la nueva Constitución Nacional.
Hugo Chávez respaldado por los partidos políticos Movimiento Quinta República, Movimiento al Socialismo, Partido Comunista de Venezuela, Solidaridad Independiente, Independientes por la Comunidad Nacional, Acción Agropecuaria, Movimiento Electoral del Pueblo, Gente Emergente y Nuevo Régimen Democrático obtienen 3 millones 757 mil 773 votos; Francisco Arias Cárdenas y su alianza Causa R, Izquierda Democrática, Movimiento de Integridad Nacional, Movimiento por la Democracia Directa y Bandera Roja obtienen 2 millones 359 mil 459 votos y el Dr. Claudio Fermín con el Movimiento Encuentro 171 mil 346 votos. Este periodo ganado por Hugo Chávez comenzaba desde 2001 al 2007 con todos los poderes legislativos a su favor, con mayoría absoluta, y de 23 gobernaciones siete quedaron en manos de la oposición democrática (Amazonas, Apure, Carabobo, Miranda, Monagas, Yaracuy y Zulia). Cinco fenómenos políticos que se observaron en ese proceso electoral de la legitimación de los poderes: el fortalecimiento del MAS con 547 mil 192 votos, la Causa Radical con 1 millón 191 mil 379 votos y el movimiento Arias Cárdenas con 872 mil 229 votos y la desaparición histórica de los partidos Acción Democrática y COPEI y continuaba el peligro latente del abstencionismo con el 43.69%. Esto seguía configurando un cuadro de inestabilidad en el país, por un lado, la hegemonía reaparece con el MVR y la despolarización con los nuevos porcentajes de los partidos políticos nuevos en el escenario nacional y regional.
La nueva Asamblea Nacional constituida por una mayoría absoluta del partido de gobierno le aprueba al presidente Chávez una Ley Habilitante donde le otorgaba poderes especiales para promulgar cuarenta y nueve leyes, entre ellas: la Ley de Tierras, una nueva Ley de Hidrocarburos y la Ley de Pesca, generando en el país un descontento en los sectores productivos como Fedecámaras y Consecomercio y en el movimiento laboral dirigido por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en contra de las leyes mencionadas y eso incendió la pradera de toda la sociedad venezolana.
El 25 de enero de 2002 se produce el primer estallido del gabinete de Chávez al renunciar Luis Miquilena como ministro de Interior y Justicia, un connotado dirigente, fundador del MVR, expresidente de la Asamblea Nacional Constituyente y con una gran experiencia política desde la época en que luchaba en contra de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez; esto dio inicio a una polarización de enfrentamientos continuos en el año 2002 y es a partir del 7 de febrero cuando varios oficiales de las Fuerzas Armadas critican públicamente y piden la renuncia del presidente Hugo Chávez Frías, ese mismo día anuncia en cadena nacional los despidos de los altos gerentes de la empresa PDVSA y se intensifica la lucha sindical petrolera dirigida por Carlos Ortega. El 9 de abril la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y Fedecámaras anunciaron un paro general de 24 horas para apoyar a los trabajadores de PDVSA, la cual defendían el principio de la meritocracia, no generando ninguna respuesta por parte del gobierno, al contrario, generó más represión en contra de los trabajadores y el 11 de abril se convoca a una marcha de protesta en Chuao, sede oficial de PDVSA en Caracas.
Desde Chuao, la gente que protestaba fue hacia el centro de Caracas con la finalidad de llegar hasta el Palacio de Miraflores, mientras que los partidarios del presidente Chávez también salían a la calle a solidarizarse con el primer mandatario nacional y al llegar al centro de la ciudad, las protestas se convirtieron en enfrentamientos entre los manifestantes opositores democráticos y los seguidores del gobierno del Comandante. El Presidente se encontraba en el Palacio de Miraflores con algunos miembros de su gabinete del alto mando militar y desde allí se dirigió al país en cadena nacional y solicitó públicamente a las Fuerzas Armadas la activación del llamado Plan Ávila, aplicado por los entes militares en caso de conmoción interna que amenazara la estabilidad y seguridad de la nación, tal y como lo hicieron en años anteriores con el Caracazo. Los medios de comunicación social, principalmente la televisión privada, dividieron las pantallas para darle mayor cobertura donde se oía el mensaje del presidente Chávez y en el otro lado, las escenas de los disturbios que en esos precisos momentos se desarrollaban en el centro de Caracas.
A eso de la una y treinta de la tarde ya había heridos, muertos y detenidos, mientras que otro grupo de militares de la alta oficialidad transmitían un mensaje donde desconocían totalmente al gobierno de Chávez y donde además afirmaban que, para ese momento habían fallecido varios ciudadanos. En horas de la noche, el presidente Chávez fue presionado por los propios militares que lideraban el alzamiento y le exigieron entregarse y renunciar, de lo contrario, atacarían el Palacio presidencial; cerca de la medianoche el Ministro de la Defensa, General Lucas Rincón, se dirigió al país en cadena nacional y expresó que al Presidente se le solicitó la renuncia, la cual aceptó, ya en horas de la madrugada del 12 de abril, Chávez fue llevado desde Miraflores al Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de la Defensa. En horas de la tarde del mismo 12 de abril, Pedro Carmona Estanga, presidente de Fedecámaras, se auto juramentó como presidente interino de la república, figura que no existe en la Constitución Nacional, y emitió varios decretos que derogaban las leyes habilitantes y disolvía la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia. Esas disoluciones atentaban contra el Estado de Derecho lo que causó indignación entre los partidarios del gobierno y los sectores sensatos de la oposición democrática del país, lo que generó también un descontento internacional. Catorce presidentes latinoamericanos, reunidos en la XVI Cumbre del Grupo de Río, condenaron la interrupción del hilo constitucional e instaron a la normalización de la institucionalidad democrática.
Desde el sábado 13 de abril, en horas de la mañana, los seguidores de Chávez comenzaron a manifestar en las principales ciudades del país y en horas de la tarde, de ese mismo día, los venezolanos comenzaron a enterarse de lo que sucedía a nivel nacional. Chávez había sido trasladado a la base naval de Turiamo (estado Aragua), desde allí Chávez pudo hacer llegar una nota expresando: “No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio”. Desde esa base naval el presidente depuesto fue trasladado a la Isla La Orchila y esa misma noche partidarios civiles y militares de Chávez toman el canal Venezolana de Televisión y comienzan a transmitir mensajes al pueblo del Presidente. Mientras esto ocurría, un importante batallón en Maracay, bajo el mando del General Raúl Baduel, declara su adhesión a la Constitución y los partidarios del gobierno toman el Palacio de Miraflores, quien había sido abandonado por los golpistas a primeras horas de la tarde.
El Presidente de la Asamblea Nacional tomó el juramento al vicepresidente, Diosdado Cabello, como presidente provisional y horas más tarde, en la madrugada del 14 de abril un comando militar libera a Chávez en La Orchila y lo traslada a Caracas por vía aérea, seguidamente, Diosdado Cabello le transfiere el mando presidencial a Chávez y este dirige un discurso a la nación, hace una autocrítica y llama a la calma.
Continúa.