Parte XI
El 4 de diciembre de 1983 se celebran las elecciones en el país con un triunfo arrollador del Dr. Jaime Lusinchi, quien venía trabajando desde la secretaría general para optar a la candidatura presidencial con el apoyo de todos los burós internos y del sector de Rómulo Betancourt, recordando que Rómulo había fallecido el 28 de septiembre de 1981, pero Lusinchi asumió la tendencia betancurista y en ese proceso electoral logró la mayor cantidad de votos a lo largo de todo el periodo democrático, es decir, la más alta votación de la historia y rescatando Acción Democrática nuevamente el poder.
Se reafirma la hegemonía del bipartidismo en Venezuela y se consolida la polarización de dos grandes maquinarias sostenedores del sistema democrático. Jaime Lusinchi obtiene 3 millones 755 mil 501 votos que representaba el 56,75%; el candidato del partido COPEI, Dr. Rafael Caldera obtuvo 2 millones 286 mil 272 votos un 34,55% con una diferencia con su adversario de 1 millón 469 229 votos de ventaja; Teodoro Petkoff 276 mil 126 el 4,17%; José Vicente Rangel 220 mil 798 votos el 3,34% mientras los demás candidatos como Jorge Olavarría, Gonzalo Pérez Hernández, Andrés Velásquez quien se estrena como candidato por la Causa R; Luis Rangel, Vinicio Romero, Alberto Solano, Félix Díaz Ortega, Juan Ibarra Riverol, Adolfo Alcalá no obtuvieron ni el 0,5% cada uno.
Mientras el parlamento nacional quedó conformado por una mayoría absoluta de Acción Democrática con 113 diputados y 28 senadores; COPEI 60 diputados y 14 senadores; Movimiento al Socialismo (MAS) 10 diputados y 2 senadores; Opinión Nacional (OPINA) 3 diputados; Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) 3 diputados; Unión Republicana Democrática (URD) 3 diputados; Partido Comunista de Venezuela (PCV) 3 diputados; Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) 2 diputados; Nueva Alternativa 1 diputado; Movimiento de Integridad Nacional (MIN) 1 diputado; Liga Socialista 1 diputado. Ese fenómeno significaba que el pueblo venezolano se volvió adeco totalmente, la izquierda había quedado por el suelo y el MEP totalmente desaparecido y la alianza entre URD y Acción Democrática se vio fortalecida ya que URD le aportó 86 mil 408 votos.
Otro elemento que surgió en ese proceso electoral fue la transformación del movimiento de trabajadores matanceros de la zona del hierro en Ciudad Bolívar en partido político bajo el liderazgo del dirigente sindical Andrés Velásquez, cuyo fundador había sido el filósofo de izquierda y profesor universitario Alfredo Maneiro. Igualmente, el MAS y el MIR se habían desligado de José Vicente Rangel y el Dr. Teodoro Petkoff, su máximo líder e ideólogo, asumió la candidatura presidencial de ambas tarjetas. Esa marcada y mayoritaria votación que el pueblo venezolano le dio al Dr. Jaime Lusinchi constituyó el inicio del partido único en el poder, una mayoría absoluta en los cuerpos legislativos nacionales y regionales, aunado a línea interna del partido muy distinta a la utilizada por Carlos Andrés Pérez en su pasado primer mandato, donde había colocado gente de su entorno, entre ellos amigos, en las gobernaciones de los Estados, ministros y jefes de institutos autónomos; ahora cambiaba totalmente el panorama en la conducción del gobierno.
Jaime Lusinchi como Secretario General Nacional de AD, ahora en calidad de presidente electo, nombró a los Secretarios Generales Seccionales como gobernadores en las regiones, eso atornilló el poder al partido muy al mejor estilo de los países comunistas, cuestión que los partidos políticos se habían cuidado desde 1959 cuando asume por primera vez Rómulo Betancourt. Esa era la evidencia más grande que íbamos a tener AD para rato ya que el Pacto de Punto Fijo había quedado sin su operador político principal, Rómulo Betancourt y el partido COPEI quedaba totalmente en la debacle desde el punto de vista numérico y ya la hegemonía adeca se extendía como la nueva cultura política-partidista, cuestión que se reafirmaría años más tarde con un nuevo triunfo de Acción Democrática.
El quinquenio de Jaime Lusinchi en el primer año se caracterizó por darle forma a su slogan de campaña “El pacto social”, llamar a todos los sectores de la sociedad venezolana para fijar las líneas gruesas del modelo económico la cual consistía en el financiamiento de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuyo monto ya se ubicaba en 30 mil millones de dólares, restructuración de la política fiscal y monetaria, una devaluación lineal al tipo de cambio, se logró cierta paz laboral en el país en mutuo acuerdo con la CTV y FEDECÁMARAS, se mantuvo el sistema de control de precios por la vía de los subsidios, le dio inicio a los bonos compensatorios del transporte, el establecimiento de comedores industriales y reducir el gasto público.
Entre las obras se puede mencionar: el Paseo José María Vargas ubicado en el Centro Histórico de Caracas, Complejo Habitacional “Juan Pablo II” ubicada en Montalbán al oeste de Caracas, obra ejecutada por el Centro Simón Bolívar, tramo del Metro de Caracas Zoológico-Las Adjuntas-La Paz la misma posee trece estaciones, se dictaron varias resoluciones que regulaban las transmisiones de las estaciones de televisoras, se dicta la Reforma Parcial del Reglamento de Radiocomunicaciones, se establecen las normas básicas que regula la instalación de televisión comunitaria de cobertura local entre otros. Las políticas sociales se pueden mencionar: la distribución del vaso de leche escolar, los comedores escolares, asistencia médica para las mujeres embarazadas y el otorgamiento de productos lácteos, dotación de medicamentos a los ambulatorios y centros asistenciales, dotación de útiles escolares a las instituciones educativas y construcción de nuevas plantas físicas.
Quizás uno de los peores errores de la administración de Jaime Lusinchi fue haber dejado, luego de los antecedentes del gobierno anterior, al Régimen de Cambio Diferencial (RECADI) donde se otorgaban sumas elevadas de dólares preferenciales a la mitad de precio que se pagaba en el mercado, ese dólar subsidiado generó un mercado negro de especulación y fuga de divisas. Administrar discrecionalmente más de 50 mil millones de dólares que fueron a parar a manos de particulares y muy especialmente, de quienes tenían el poder para ordenar el otorgamiento, había un peaje la cual bajaba de la mula algunos beneficiarios solicitantes. Numerosos seudo empresarios ligados al partido de gobierno establecieron compañías fantasmas y fue así como surgió en el país un nuevo estilo de ricachón bajo el amparo y la protección de RECADI. Otro escándalo fue la Masacre del Amparo, ocurrido el sábado 29 de octubre de 1988 donde fueron acribillados un grupo de pescadores por el Comando “José Antonio Páez”, en la población del Amparo, Municipio Páez del Estado Apure; gracias a la intervención de los diputados del MAS se pudo generar una investigación sobre estos lamentables hechos y dejando al descubierto la masacre. Otra masacre fue la de Yumare, ocurrida el 9 de mayo de 1986 en el Caserío la Vaca, Municipio “Manuel Monge” del Estado Yaracuy, donde mataron nueve personas supuestamente guerrilleros, hecho perpetrado por la antigua DISIP.
Los hechos de corrupción administrativa del gobierno de Jaime Lusinchi fueron ventilados por el Tribunal Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, allí los jueces dejaron que los juicios prescribieran entre ellos el de la compra ilegal de vehículos rústicos (los Jeeps de Ciliberto) para asignárselos a dirigentes de AD en la campaña electoral y en el caso de RECADI, un asiático (chino) fue quien pagó los platos rotos de los miles y miles de involucrados en ese escándalo.
Frente a todos estos desafueros administrativos, el gobierno de Jaime Lusinchi crea el 17 de diciembre de 1984 la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), dirigida por el historiador Ramón J. Velásquez, al principio, luego este renuncia y la asume el Dr. Arnoldo José Gabaldón, también la integran: el economista Carlos Blanco, Ricardo Ambella, Pompeyo Márquez, Mercedes Pulido, Evangelina García Prince, Domingo Maza Zabala y José Antonio Gil Yépez; donde se impulsa un nuevo ordenamiento jurídico electoral para el país, entre ellos, la descentralización regional para elegir gobernadores y alcaldes por la vía del voto directo y secreto. Esta propuesta de la COPRE tuvo mucha resistencia en un sector interno de Acción Democrática, principalmente de quienes se habían hecho herederos de la tendencia betancuriana encabezada por Octavio Lepage e igualmente, Jaime Lusinchi después de haberla creado, y ver que había agarrado cuerpo en los sectores intelectuales del país, empezó a distanciarse de la misma. Pero al final, la COPRE tuvo que esperar ya que el país entraba nuevamente en un proceso electoral y redireccionó tras la búsqueda de grandes debates con los candidatos presidenciales para que se comprometieran con las reformas que ameritaba el Estado venezolano.
Los partidos políticos entraron en procesos internos para la escogencia de sus representantes ante el venidero proceso electoral, COPEI se jugaba la carta del Secretario General Nacional, Dr. Eduardo Fernández, quien tuvo que enfrentar nuevamente al Dr. Rafael Caldera; mientras en AD la disputa era entre los herederos de la tendencia de Rómulo Betancourt dirigida ya abiertamente por Jaime Lusinchi y Octavio Lepage en contra del liderazgo de Carlos Andrés Pérez, quien nuevamente aspiraba al segundo mandato.
Continúa.