Desde hace 9 años en el Iahula Mérida no se realizan resonancias magnéticas

Así está el tomógrafo del Iahula, forrado en bolsas negras para evitar que las goteras lo dañen

Jesús Rivas Molina.- Las calamidades que deben pasar los pacientes en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) no solo están relacionadas con la falta de medicamentos e insumos médicos quirúrgicos, sino también con la paralización de algunos servicios como el de Tomografía y Resonancia Magnética, cuyos equipos no están operativos.

Reyna Uzcátegui, jefe del referido servicio, afirmó que desde el año 2009 el resonador dejó de funcionar, “según informaciones que se detallan en varios oficios es por gas helio; se han hecho varias solicitudes para repararlo o para que lo vuelvan a revisar, pero hasta el momento no hemos obtenido respuesta”.

El Servicio de Resonancia Magnética en el Iahula está cerrado desde el año 2009

Señaló que en reiteradas oportunidades ha enviado comunicaciones a la dirección del Iahula para buscar una solución que permita reactivar las operaciones en el servicio. “Supuestamente la dirección ha hablado con todos los ministros que han pasado, pero no hay una canalización para solventar”.

Uzcátegui explicó que la finalidad de la resonancia magnética es visualizar las partes blandas del cuerpo humano, principalmente para aquellos pacientes oncológicos con tumores cerebrales u otras patologías relacionadas a esta enfermedad, y que requieren de este estudio para determinar el estado de la patología.

“Los pacientes oncológicos que necesitan este estudio deben hacerlo en un centro externo, no es nada más para tumores cerebrales, el resonador también para evaluar las condiciones musculo-esquelético del cuerpo”.

Las computadoras y demás maquinaria han permanecido por más de cuatro años apagadas

La misma situación se repite con el tomógrafo, que desde el año 2014 está fuera de servicio porque el tubo de radiación cumplió su vida útil, y pues hasta el momento tampoco hay soluciones por parte de la dirección del Iahula y del Ministerio de Salud.

La doctora Uzcátegui recordó cuando en el 2013, los profesionales encargados de realizar el mantenimiento del mismo, comenzaron a disminuir la capacidad de visualización de algunos estudios, “con el propósito que el tubo durara un poco más, de hecho para ese entonces se habían suspendidos algunos estudios especializados y largos”.

Reyna Uzcátegui: el director del Iahula ha realizado las gestiones, pero el área sigue inoperativa

Adicionalmente comentó que hace años, la persona que le daba mantenimiento al tomógrafo realizó un presupuesto para adquirir un tubo nuevo, “de hecho se aprobaron los recursos para comprar este requerimiento, pero la dirección de aquel entonces no quiso comprarlo porque no lo suministraba una empresa reconocida, y ese tubo lo vendieron a otro hospital que actualmente está funcionando”.

Golpe al bolsillo

Los pacientes que requieren una resonancia magnética deben pagar hasta 600 mil bolívares, dependiendo del tipo de estudio a realizar, o si necesita medio de contraste; pero si el paciente está hospitalizado, debe pagar el traslado hasta el lugar donde se va a realizar dicha imagen.

El costo sigue aumentando si el paciente está intubado y requiere ser movilizado con todo el aparataje, pero a esto se le suma si el paciente requiere sedación; situaciones y complejidades que golpean el bolsillo de los pacientes y de sus familiares; escenario que para la doctora es complicado porque no se pueden diagnosticar a los pacientes, hasta tanto cuenten con estos estudios.

Cadena de problemas

La encargada del servicio habló de los problemas que se le pueden presentar a estos pacientes, pues por no contar con ambos servicios pueden disminuir las posibilidades de salvarle la vida; por ejemplo, a quienes sufrieron un accidente de tránsito, por ser esta una de las primeras causas de muertes en el estado.

“Mientras el paciente ingresa al hospital, luego es trasladado al centro de imagenología mientras se generan los resultados y el paciente retorna al nosocomio, tiene menos probabilidades de vida porque no se le atiende oportunamente”.

Los pacientes deben pagar hasta más de 500 mil bolívares en un centro de imagenología privado por una resonancia magnética

Afirmó que quienes no cuenten con este estudio, están condenados a morir, “porque si el paciente tiene un hematoma cerebral, neurocirugía debe observar a través de la resonancia o de una tomografía, por donde va a comenzar a operar”.

Oficios mensuales

Reyna Uzcátegui resaltó que mensualmente enviaba oficios a la dirección del Iahula, pero desde hace tiempo se cansó de no obtener respuesta y ahora solo comunica la situación de forma verbal o protestando con pancartas.

“El director Ferrer conoce la situación y ha hecho las diligencias cuando vienen los ministros, pero realmente no he visto solución, él (director Iahula) ha respondido todas mis cartas responsabilizando al Ministerio de Salud como el encargado de solucionar esta situación”.

Destacó que el personal de este servicio sigue de brazos cruzados, sin poder atender a los pacientes que requieren de una resonancia o tomografía.

A un paso de la muerte

Ante la explicación de la galeno, las personas que no puedan cubrir los gastos que ameritan la hospitalización, traslado para realizar tomografías o resonancias magnéticas y el retorno al centro de salud están a pocos pasos de la muerte, motivado a la falta de atención oportuna por no contar con los equipos y materiales necesarios para atender a los enfermos.

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