Año tras año a través de Diario de los Andes hemos venido publicando la apertura por estos días de diciembre, en diversos años, esta tradición, como es el pesebre dedicado al nacimiento del niño Dios montado por vez primera en diciembre de 1920, que este año, un siglo después, no fue montado por el señor que siguió con la tradición del hogar compuesto por Rafael María Arguello Meza y Doña Isabel González de Argüello, su hijo Rafael Arguello González, sino por un nieto, de los que montaron por vez primera el pesebre en cuestión, hijo del que fue Cronista de Rafael Rangel, Alfredo Argüello Lugo, que no es un novato en este oficio, pues tenía 40 años al lado de su padre, ayudándole a montar el pesebre en mención.
El bello pesebre que el ingenio de Alfredo Argüello Lugo, acompañado de su hija Leidimar y su sobrina Angeli, levantaron, les permitió abrir las puertas de la vieja casona, ubicada en la calle 14 de la avenida 5 de Betijoque, a eso de las 7 de la noche del pasado sábado 19 de diciembre, donde el público tuvo y tiene la oportunidad de observar esta obra que la imaginación de la familia Argüello, volvió realidad 100 años después.
La tradición continúa
Fueron varios días que tardó Alfredo Argüello Lugo en armar el pesebre, para responder a lo que se ha venido señalado en el sentido de que los descendientes de Rafael Argüello, deben de continuar con la tradición de la familia, de Rafael Arguello Meza, Isabel González de Arguello, Rafael González y Omira Lugo de Argüello, aceptando el reto esta vez, Alfredo Argüello Lugo.
Hay que destacar tal como lo dijimos en uno de los trabajos publicados sobre el pesebre de la familia mencionada, que la mayoría de los adornos del pesebre fueron construidos por el ingenio y las manos prodigiosas tanto de Doña Isabel de Argüello como del que fue cronista de Rafael Rangel hasta su desaparición física el 25 de junio del año 2019, Rafael Argüello.
Los cien años
Este 2020, en los 100 años del pesebre, fue montado en un amplio espacio de la vieja casona con techo de teja, abandonando la sala de recibo de la residencia, donde siempre era montado, es decir nos dijo Alfredo Argullo, regresó al antiguo lugar que ocupó por muchos años la obra de Don Rafael María Argüello Meza y Doña Isabel González que ha continuado y que está ahora en manos de Alfredo Argüello Lugo.
El pesebre dedicado al nacimiento del niño Dios, se asemeja a una gran sabana donde pastan unas 150 ovejas, todas alrededor del nacimiento del hijo de Dios, el mismo que por vez primera levantó doña Isabel de Argüello, hace 100 años.
Cuenta además el pesebre con 42 figuras del tipo español, resaltando pastores con ovejas al hombro, entre estas una que adquirió Doña Isabel en 1942.
Merece declaratoria de patrimonio público
El pesebre de la familia Argüello, que llega en esta Navidad del 2020 a los 100 años, de haber sido montado por vez primera por Rafael Argüello Meza e Isabel González, se convirtió en una tradición que no para con la desaparición de física de ellos, el mismo merece ser declarado patrimonio público del municipio, tocándole a las autoridades municipales tomar esta iniciativa, cuando se están cumpliendo 100 de esta tradición, propia de la Navidad.