Desaparecen proveedores de queso por cuarentena

Hace más de 15 días el kilo de queso estaba en Bs. 400.000 y tras su escasez pudiera ubicarse en más de Bs. 600.000, es lo que proyectan comerciantes del municipio Boconó

En pocos establecimientos se respeta y mantiene el distanciamiento social.

 

Desde hace dos semanas, recién decretada la cuarentena social y colectiva en Venezuela por Covid-19, no llegan proveedores de queso al municipio Boconó, así lo aseguran comerciantes de la localidad, los cuales manifiestan su preocupación por la escasez notoria de lácteos.

El comerciante Luis Eduardo Mejía, comenta que desde hace 15 días no recibe queso, sólo ricota; ya que los proveedores que viajan a Barinas no han podido por falta de combustible. Igual pasa con los vendedores de la Zona Baja.

“La última vez que recibí queso estaba en Bs. 400.000 el kilo y así se mantienen inestables los precios de la mercancía con mayor demanda como lo es huevos, harina de maíz precocida y mortadela”.

Los pedidos de las pequeñas y medianas empresas se hacen de manera virtual, sobre todo vía WhatsApp, sin embargo, no llega todo lo que se pide y las facturas semanalmente tienen un incremento del 20 y al 30%, por lo que en las bodegas no se observa variedad de productos, a excepción de los comercios asiáticos que lograron mantener un buen inventario antes de la crisis epidemiológica del país.

 

Los boconeses aseguran que los productos están más económicos en locales asiáticos.

Las ventas aumentaron

Lo que sí ha aumentado son las ventas, a pesar de las limitaciones por el transporte público, el libre tránsito en horas específicas y la escasez de gasolina, las familias se las ingenian para adquirir comida, poca, pero adquieren.

María González, residente de la parroquia El Carmen, indica que, de los siete días de la semana, mínimo tres debe salir a pie en busca de alimentos. “Yo debo comprar comida para dos familias, porque la que vive en Loma de Mitimbis no tiene gas y se les dificulta llegar al centro, donde se consiguen productos más económicos”, asevera.

Scarlyn Izquiel, boconesa habitante del sector La Milla, narra que, por no tener un trabajo fijo y estable, esta cuarentena ha sido muy difícil, “trabajo en casa de familia y lo que hago en el día lo gasto para comer en la noche”.

Ante esta realidad, se precisó que varios proveedores de queso y otros rubros alimenticios priorizados en este Estado de Alarma hacen solicitudes en el Centro Hortícola para ser beneficiados con combustible y poder abastecer los principales comercios de la localidad, además según fuentes oficiales las cajas Clap llegarían al Jardín de Venezuela la próxima semana. Amanecerá y veremos.

Una persona puede tardar en cola hasta tres horas para adquirir alimentos.

 


Testimonios

María González: “La caja Clap no ha llegado y nos queda poco dinero. Sólo compro huevos, harina, sardina y a veces mortadela. La carne está muy cara”.

 

 

Scarlyn Izquiel: “Me preocupa que no hay transporte, lo colas en comercios son larguísimas y no tenemos gas”.

 

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