¿Derrumbe por alquimia sanadora sensata… en la raya? | F. Bracho

 

*(¿Aprenderemos a tiempo todas «las lecciones» para un país y mundo mejor?)*

*– F. Bracho / 10 Nov del 2025*

 

Se ha evocado recientemente un infausto pero esperanzador suceso mundial —que hizo historia—: *el derrumbe del Muro de Berlín*… Historia la cual aún está llegando al fondo…

(…de la actual espiritualmente suicida bate-quebrada situación para todos).

 

En verdad, como dicen los ancestrales taoístas: *»No hay ningún ganancioso de una gran violenta refriega, pues queda tanta muerte, destrucción y resentimiento…»*

Secuelas siempre capaces de volver sobre todos…

Y como también lo remarcó Gandhi: *»Por lo general, no puede haber fines buenos de medios malos, pues los medios, en verdad, son parte del fin.»*

 

Curiosamente, en el derrumbe de aquel pesaroso gran muro, jugaron un decisivo papel unas cadenas de oración que se hicieron desde un templo de nombre San Nicolás, en Leipzig, convocadas por un pastor de nombre Christian Fuhrer…

Revelando quizás las insospechadas posibilidades de la alquimia sanadora-rectificadora: *»¡Nada es imposible para el Señor!»*

 

Ninguno, en verdad, en aquel entonces, tuvo en sus manos completamente el volante de lo que sucedería…

Solo trascendió lo que tenía que trascender…

De una prodigiosa conjunción de factores de alquimia sanadora incruenta, como un gran ejemplo para todos…

Aunque muchos no la hubiesen anticipado así, o merecido…

 

Fue al final un gran «milagrito» de misericordia divina…

Cual Cristo resucitado…

Asumido con mucha humildad, entrega y fe…

El Cristo que volvió cuando todos lo creían más débil…

 

Fue un Job que tuvo fe…

Sobre un designio divino de mucho zigzag agónico, pero siempre por un fin o voluntad superior de alquimia sanadora…

Fue el mismo ejemplo de José Gregorio y Madre Carmen, ambos a partir de un pálpito divino.

 

Se ha dicho que: *»El tiempo de Dios es perfecto… Y a veces llega en la raya…»*

Pero siempre del lado del «más allá» que del «más acá»…

Aunque no siempre lo entendamos, pero sí siempre lo sintamos: ¡con humildad reparadora, entrega y fe!

 

*»Lo que para los necios es oscuridad, para el sabio es luz.»*

*»No hay mal del cual Dios no pueda lograr un bien mayor.»*

 

En verdad:

*»¡Somos quienes hemos estado esperando! Y solo Dios basta.»*

*»¡Solo la verdad nos hará libres!» (…a todos —incluyendo a los opresores—, y en particular, a partir de todos los que estamos encima de la propia candela…)

 

Para un mundo todo, que mucho lo necesita…

Como ejemplo de honestidad y coherencia…

 

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