Los partidos proeuropeos mantendrán la mayoría en la próxima Eurocámara, reforzados por el auge de liberales y ecologistas, frente a las fuerzas populistas, que registraron sonoras victorias en Francia, Italia y Reino Unido.
El Partido Popular Europeo (PPE, derecha), que necesitará buscar otros aliados más allá de los socialdemócratas con quienes ya no logra la mayoría, no tardó en reivindicar su victoria y la presidencia de la Comisión Europea, principal cargo en juego, reseñó AFP.
Ambos partidos, que retroceden a los 178 y 152 escaños de 751, respectivamente, necesitarán otros aliados proeuropeos en una Eurocámara mucho más fragmentada. Los liberales (108) y los ecologistas (67) podrían desempeñar este papel clave.
«Una de las primeras enseñanzas es que la oleada de partidos nacionalistas y euroescépticos está muy contenida, si dejamos de lado Agrupación Nacional y La Liga», dijo a la AFP Eric Maurice, de la fundación Robert Schuman, en referencia a los partidos ultraderechistas de Francia e Italia.
Además del fin del bipartidismo en el seno de la UE, las primeras proyecciones de la Eurocámara muestran que los tres grupos euroescépticos, ya sean ultraderechistas o conservadores, reunirían en su conjunto 169 eurodiputados.
El resultado de los partidos euroescépticos, cuyo peso en el hemiciclo pasa del 20% al 22%, era la principal incógnita de estos comicios celebrados tras una legislatura marcada por los coletazos de la crisis de la deuda, la migratoria y el Brexit.
En Francia, la formación de Marine Le Pen ganó su pulso al presidente europeísta Emmanuel Macron, mientras que, en Italia, el hombre fuerte del gobierno, el ministro de Interior, Matteo Salvini, acrecenta su poder.
Sus victorias son más en clave nacional, como en Reino Unido, donde el Partido del Brexit, del eurófobo Nigel Farage, domina el escrutinio con un 33,1% y el Partido Conservador de la dimisionaria primera ministra Theresa May sería quinto con un 8,3% de los votos.
«Monopolio del poder»
«Además de determinar la composición del próximo Parlamento, los resultados también serán decisivos para configurar el carácter y el perfil futuros de la Unión Europea», apuntó Mutjaba Rahman, analista del Eurasia Group.
Contenido el auge euroescéptico, las miradas los próximos días estarán puestas en la reunión de los mandatarios de la UE el martes que, en base de los resultados de los comicios, deberán empezar a discutir sobre quién sucederá a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión.
El PPE, que dirige actualmente las principales instituciones, reclamó la victoria y el puesto para su candidato principal -‘Spitzenkandidat’, en jargón europeo-, el alemán Manfred Weber.
Para los socialdemócratas, que entre sus filas cuentan con la clara victoria del mandatario español Pedro Sánchez en su país, el PPE «ya no puede pretender convertirse en el líder natural de la mayoría del Parlamento Europeo», según su jefe de filas en la Eurocámara, Udo Bullmann.
«El monopolio del poder está roto», constató por su parte la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, una de los candidatos de los liberales. «Lo que cuenta es el programa», advirtió el jefe de finales de los ecologistas en la Eurocámara, Philippe Lamberts.
De la mano de las protestas estudiantiles impulsadas por la activista sueca Greta Thunberg, la lucha contra el cambio climático se impuso de hecho en la recta final de una campaña que ha estado también marcada por los nacionalistas y sus críticas a la política migratoria de la UE.
Mayor participación «en 20 años»
Las elecciones representan de hecho la primera etapa para escoger a quienes se encargarán de liderar las principales instituciones del bloque el próximo lustro y cuya designación deberán confirmar los mandatarios europeos en junio.
A pesar de que no cuenta con mayoría en la Eurocámara, las fuerzas euroescépticas podrán intentar jugar sus cartas en esta institución, donde tienen su silla, entre los 28 dirigentes, el húngaro Viktor Orban o el polaco Mateusz Morawiecki, que se impusieron en sus países.
La presidencia de la Comisión es la joya de la corona, aunque el tesoro de altos cargos también cuenta con las presidencias del Consejo Europeo, Banco Central Europeo (BCE) y Eurocámara, así como con el liderazgo de la diplomacia de la UE.
De confirmarse las proyecciones, el PPE y los socialdemócratas están abocados a buscar pactos con liberales o ecologistas, por lo que el reparto de altos cargos podría ser más complejo.
Otro de los escollos puede ser la exigencia de la Eurocámara, que debe validar la designación, de que la presidencia de la Comisión la ocupe alguno de los candidatos propuestos por los partidos políticos europeo.
Los mandatarios, que se reunirán el martes en Bruselas, prefieren en cambio no atarse las manos y contemplar otros candidatos, lo que podría generar un pulso entre instituciones de la UE.
Las novenas elecciones a la Eurocámara, a las que estaban llamados más de 420 millones de europeos, se saldaron también con la participación «más alta en 20 años», en el 50,50%, según el portavoz de la institución, Jaume Duch.