La mayor parte de las madres son provenientes de otros municipios y hasta de otros estados, esta situación los obliga a permanecer la mayor parte del tiempo en el área de espera, durmiendo en condiciones precarias y sin una alimentación acorde a su estado lactante.
«Nosotras nos quedamos en la sala de espera, dormimos en el piso aún con cesáreas, la semana pasada se nos presentó el caso de una muchacha que se le infectó la herida y tuvieron que volverla a operar», explicó Lucy Carrero, madre de neonato recluido.
Expresaron que su bolsillo ya no alcanza a cubrir todos los gastos presentados debido a los altos precios de insumos, exámenes y medicamentos, afirman que diariamente deben llevar inyectadoras, alcohol, solución, antibióticos y vitaminas para la atención de sus bebés. Al día deben gastar de 60mil a 400 mil pesos colombianos (es decir de USD 16$ a USD 108$), dependiendo de las complicaciones que presente el pequeño. Aunado a esto, algunos neonatos ameritan de un fortificador de lactancia materna que no se consigue en el país, y deben viajar hasta Cúcuta -Colombia- para adquirirlo.
«Hay niños que están con ventilación, necesitan oxígeno, hay incubadoras deficientes y solo sirven para tener niños que no están tan graves, hay muchos niños en situaciones críticas y los colocan en cunitas térmicas con ventilación mecánica, porque no hay incubadora para eso», comentó Lucy.
Preocupación ante la falta de personal
Fátima Apolinar, tiene a su bebé recluida en el Hospital Central de San Cristóbal desde hace 47 días por nacer prematura, explicó su preocupación al observar la deficiencia de personal que se registra en el área de maternidad debido a inconvenientes con el sistema de transporte del centro de salud.
«Según nos dicen los licenciados, los choferes no prestan el servicio de rutas como debe ser, nos estamos quedando sin personal, nosotros queremos exigir que las rutas cubran la movilización del personal y así ellos puedan cumplir con sus servicios», aseveró Fátima.
En retén hay 40 bebés, en la Unidad de Patología Neonatal -UPN- hay 22 bebés, en la Unidad de Recién Nacidos -URN- hay 6 u 8 bebés y en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales -UCIN- hay 6 bebés; manifestaron que a veces una sola licenciada se divide la atención de las tres áreas.
«Estamos desesperados porque si se nos van los licenciados quienes atenderán a nuestros hijos, anoche hubo una sola licenciada para tantos bebés y ella sola no pudo, tenemos que entrar cada 2 o 3 horas para poder darle lactancia a los niños, ella sola no puede, hay poco personal médico, a pesar de que queremos ayudar a los demás es contra las reglas, y es delicado», explicó.
Este jueves, la enfermera encargada de cubrir el turno hasta las 7 de la noche les informó que debe retirarse antes de su tiempo de guardia, vive lejos y no tiene como movilizarse libremente, Fátima en compañía de otras madres explicó que su preocupación es constante, «¿quién le va a cumplir tratamiento a los niños de 6 a 7 de la noche?, en una hora pueden pasar muchas cosas, nosotras podemos atender a nuestros hijos, pero hay bebés que están ventilados, yo no me atrevo a atenderlos, yo escucho ese aparato sonar y salgo corriendo a buscar un médico porque yo no sé».
Informaron que esta denuncia ya fue presentada al director del centro asistencial, sin embargo, la única acción tomada por el mismo fue enviar un documento a la empresa que realiza el transporte, y ellos argumentaron que si están cumpliendo con todos los compromisos previstos en la movilización de los trabajadores, mientras ellos aseguran que no.