La Habana, 2 jun (EFE).- La líder del movimiento disidente cubano Damas de Blanco, Berta Soler, fue arrestada este miércoles en La Habana, en la que sería su segunda detención desde el pasado fin de semana, según ha denunciado su esposo, el ex preso político y activista, Ángel Moya.
El nuevo arresto tuvo lugar esta tarde cuando la opositora salió de la sede de las Damas de Blanco, en la barriada habanera de Lawton, de acuerdo con una nota divulgada por Moya en las redes sociales, acompañada de fotos de ese momento.
La anterior detención fue también fue notificada por Moya el pasado domingo y, según relató, fue liberada unas horas después de que fuera conducida a una estación policial en el municipio del Cotorro, donde fue interrogada por agentes de la Seguridad del Estado.
Moya señaló que Soler fue invitada por la embajada de Estados Unidos a su recepción de esta tarde por el Día de la Independencia del país norteamericano que se celebra el 4 de julio.
Horas antes, el activista había referido que esta mañana él fue detenido en la vía pública tras salir de la sede del colectivo disidente «por un operativo combinado de la Seguridad del Estado y la Policía», y uno de los agentes que se identificó como oficial de la Seguridad del Estado «me conminó a regresar».
Según Moya, algunos vecinos le habían alertado previamente sobre la presencia sobre la presencia en la zona de una patrulla de la policía y agentes vestidos de civil «vigilando» en esa dirección.
En los últimos años Soler ha denunciado múltiples arrestos temporales a ella y a integrantes de la organización que lidera, mayoritariamente los domingos, cuando se disponen a acudir a misa y la Policía les impide llegar a las iglesias.
El movimiento Damas de Blanco surgió por iniciativa de un grupo de mujeres, todas ellas familiares de los 75 disidentes y periodistas independientes detenidos y sancionados en marzo de 2003 a elevadas condenas de cárcel durante el periodo de represión conocido como la Primavera Negra.
A partir de entonces, las esposas, madres y otras familiares de aquellos presos se identificaron por ir siempre vestidas de blanco y, tras asistir a misa en un templo católico, comenzaron a realizar marchas dominicales para pedir su liberación y se convirtieron en un símbolo de disidencia.
En 2005, las Damas de Blanco recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo.