Por octavo día consecutivo los vecinos de la parroquia Valerita del municipio Miranda, están denunciando públicamente lo que consideran un verdadero abuso y la violación flagrante del Estado de Derecho ciudadano, además de los derechos humanos en general, luego de que la Defensoría del Pueblo ordenara la detención arbitraria e ilegal del ciudadano Tomás González, titular de la cédula de identidad 13745767.
Refieren los declarantes que Tomás es un humilde trabajador de la vigilancia, quien fue puesto preso, privado de su libertad, por el simple hecho de responder la verdad ante las interrogantes de los funcionarios que se presentaron en el local donde funciona el estacionamiento «Naudismar» de esa parroquia mirandina.
Preso por buena gente
Al parecer, según los denunciantes, quienes protestan la detención del joven trabajador, todo se debió a que Tomás, quien no se hallaba en el sitio donde labora como vigilante cuando llegó la comisión de la defensoría del pueblo, fue buscado en su casa y detenido por presuntas denuncias de sobreprecio que el dueño ( su jefe) del local estaría cobrando a los usuarios, algo de lo cual González no tiene nada que ver.
La señora Josefa González, cédula15837360, hermana de Tomás González, dijo que él fue detenido el pasado jueves 8/6/2023, en momentos que se presentara al lugar donde labora una comisión de la Defensoría del Pueblo y la policía estadal, en el estacionamiento «Naudismar», de la referida entidad mirandina.
«Ellos llegaron y mandaron a buscar al vigilante de dicho estacionamiento, mi hermano, quien se encontraba en casa de su mamá».
Agrega la dama en referencia, que los funcionarios de la DP iban a negociar con el dueño el retiro y entrega de una gandola, procediendo a preguntarle al vigilante si allí tenían en ese momento armas de fuego. Como el que «no la debe no la teme», Tomás les respondió que sí, que el dueño del local tenía una.
Luego le preguntan si poseía documentos de la misma y él les responde que le preguntaran al dueño «Yo no toco esa arma».
El vigilante les aclara que no puede decir mentiras, porque su religión de Cristiano Evangélico no se lo permite, a lo que funcionarios procedieron a detenerlo, bajo el burdo argumento de que portaba un arma de fuego de manera ilegal, cosa fuera de toda norma, ya que a quien debieron buscar fue al propietario del armamento.
Llamado al gobernador
«Estamos muy molestos y el pueblo bravo, ya que Tomás es un hombre bueno y trabajador, además que no tiene la culpa si su patrón comete un error como portar un arma sin permiso», dijeron visiblemente airados
con pancartas, consignas de rechazo a esta medida y el llamado al gobernador para que ponga en cintura a estos desconocedores de las leyes nacionales, el pueblo de Valerita se solidariza con Tomás González y exigen no solo su liberación, sino resarcir los daños morales y económicos que esta injusticia le ha ocasionado.
No saben nada de derechos y leyes
«Esta gente debería devolverse a la universidad, si fue que no entendieron nada de lo que es un delito, una flagrancia y un culpable de algún hecho punible, porque no se entiende cómo ponen preso a quien les ha dicho la verdad y no tiene nada que ver con el presunto ilícito, mientras el verdadero responsable, de ser culpable, anda libre…rechazamos este abuso contra un humilde trabajador»- finalizaron los denunciantes, más de treinta vecinos de Valerita de Miranda.
Gabriel Montenegro
gabymonti59@gmail.com
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