Eduardo Viloria / DLA
Williams Escalona vive en Betijoque, donde ha fomentado un hogar; sin embargo, tal como lo dijo tiene numerosos familiares en Sabana de Mendoza, donde sus abuelos construyeron un panteón en el Cementerio local para darle sepultura a los fallecidos del grupo familiar, panteón, -según el declarante- que ha sido desvalijado en varias oportunidades, en lo que se refiere a tapas de concreto o granito que brindan protección a las urnas de los fallecidos,muy común en todos los camposantos.
Señala el declarante que el ultimo desvalijamiento, hubo hurto de las tapas de una de las tumbas, cuyo costo es sumamente oneroso, 30 dólares, afirmó el declarante.
Tengo conocimiento, añadió Escalona, que este cementerio está hecho un desastre, pues no obstante tener ecónomo y obreros de la municipalidad, que presumo no cumplen con las funciones que les han encomendado, proteger los bienes del sagrado lugar, donde reposan los fallecidos de esta zona.
Me he informado que hasta los huesos de difuntos han sido sacados de las urnas, presuntamente para practicar brujería, lo que debe de evitar el gobierno local, tanto concejales como alcalde del municipio Sucre.
El Panteón de la familia Escalona Angulo tiene 9 fosas, a las cuales le han hurtado las tapas en varias oportunidades, las cuales hay que comprarlas de nuevo, gasto necesario cubrir porque entonces no tendría razón tener un panteón familiar y dejarlo abandonado.
De este hurto no escapan las láminas de zinc y tubulares que las sostienen, siendo muchas las oportunidades que nos ha tocado al igual que otros dolientes de fallecidos, reparar los techos de los respectivos panteones, al igual que reponer las tapas de tumbas hurtadas en varias oportunidades, afirmó el declarante.
Me he tomado este derecho de denunciar lo que acontece en este Cementerio, para ver si hay intervención de la Alcaldía y concejales, pues me han señalado vecinos de la zona que hay ecónomo y obreros que pertenecen a la municipalidad, no me consta, pero si es así, conviene preguntarles qué hacen ellos que no proceden a denunciar estos hurtos por ante las autoridades locales, de no hacerlo se convertirían en cómplices de esa irregularidad que nos castiga a todos.
Williams Escalona dijo al final que se sentía muy mal y solo le queda decir también “Ahora ni los muertos descansan en paz”, pues la descomposición social ha llegado también a los cementerio, precisó el declarante.
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