Eduardo Viloria / DLA
El pasado lunes 2 de septiembre, la quebrada La Vichú anegó con sus aguas crecidas importantes sectores de la parroquia Junín, específicamente del Kilometro Veintitrés, lo cual no constituye una sorpresa, pues las aguas de esta quebrada intermitente, seca en verano pero crecida en invierno, llegan a esta parroquia de Sucre, que siempre ha clamado por la canalización del lecho de la misma, lo cual nunca es atendido por el sector oficial.
Según Pedro Daboìn, la crecida de la Vichú del lunes 2 de septiembre, no es una novedad, pues siempre que llueve para la zona alta la quebrada crece y lleva las aguas a desarrollos habitacionales y sembradíos de la zona, inundando sus aguas a sectores desprotegidos, como sucedió al ser inundados nuevamente Horcón Sur, Aripí y Santa Lucia, que a ocho días de las inundaciones las aguas se han evaporado pues no hubo máquinas disponible para prestar auxilio a esas comunidades, presentándose tan solo una comisión del Cuerpo de Bomberos de Sabana de Mendoza, para tomar nota de los daños causados, pero hasta ahí llegó la ayuda.
Ahora hace falta una fumigación
Las aguas acumuladas en diversos sectores del Veintitrés han traído también la proliferación de diversos insectos, entre estos zancudos que molestan también los hogares, siendo necesaria una fumigaciones de hogares y pozos de agua acumulada, producto de las lluvias, fumigación que hará posible extermine estas plagas, que pueden provocar enfermedades.
Dijo Pedro Daboín que estas inundaciones y las calamidades que provocan, repetidas cada vez que llueve, es una demostración del estado de abandono en que se encuentran, y el olvido en que nos tiene el sector oficial o los señores de poder, entre estos, el gobierno nacional, el regional y la Alcaldía de Sucre, despachos a los cuales parece no importarles nada, el sufrimiento de vecinos y familias, incluyendo niños y personas de la tercera edad, que sufren por las inundaciones de la Vichú, las cuales se repiten en cierta época del año, dijo Pedro Daboín, sumamente molesto por la sordera de los señores del sector oficial, para prestarles las ayudas que necesitan con urgencia.
.