Delincuentes robaron laboratorio de Bioanálisis de la ULA

Así dejaron los ladrones las instalaciones del laboratorio

Como si no fuera suficiente la crisis por la cual atraviesa la Universidad de Los Andes (ULA), los delincuentes siguen haciendo de las suyas en sus instalaciones torpedeando de esta manera el desarrollo académico de jóvenes venezolanos. En esta ocasión el blanco de los vándalos fue el laboratorio (área de hematología) de la Escuela de Bioanálisis.

Motores de los refrigeradores donde se guardan los reactivos para las prácticas, llaves de agua, cableado y papelería, entre otros, fueron algunas de las cosas con las cuales cargaron los amigos de lo ajeno sin que nadie se percatara de lo ocurrido.

Los motores de los refrigeradores fueron sustraídos

 

La denuncia fue hecha la mañana de este lunes por el presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Bioanálisis, José Paredes, quien además de lamentar las acciones vandálicas fustigó a las máximas autoridades de esta casa de estudios para que se pronuncien y articulen esfuerzos con quien haya que hacerlo para el resguardo de los bienes de la universidad.

Explicó Paredes que este es el tercer robo perpetrado en esta escuela, el cual se suma a la larga lista de hechos delictivos perpetrados en los recintos universitarios desde que se inició la pandemia en marzo de 2020, aunados a los registrados en los núcleos de Táchira y Trujillo.

Para José Paredes, los robos que se vienen suscitando en instalaciones de la ULA sin duda comprometen el desarrollo académico de los estudiantes que esperan regresar pronto a las aulas de clases. “Sin universidades no hay país”, recordó.

Indicó que fue durante el fin de semana cuando detectaron lo ocurrido en el referido laboratorio, pero las autoridades de la Facultad de Farmacia y Bioanálisis estiman que el mismo pudo haberse registrado durante la semana.

Por el techo del laboratorio ingresaron los sujetos para cometer el hecho delictivo

Como primera medida, un grupo de estudiantes – incluido Paredes- voluntariamente junto a las autoridades se trasladaron al lugar para mejorar las condiciones de seguridad, reforzando el enrejado de los laboratorios que están alejados del edificio principal, que son los más vulnerables de ser blanco de la delincuencia.

 

No más “silencio cómplice”   

 José Paredes hizo un llamado a los organismos de seguridad pero especialmente a las autoridades de la ULA para que se pronuncien sobre estos hechos. “Queremos que se pronuncien, no queremos más ese silencio cómplice que los estudiantes estamos cansados de ver”, dijo.

José Paredes exhortó a las autoridades a pronunciarse
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