Un hurto por monto millonario fue cometido en horas de la noche del viernes o madrugada del pasado sábado, por sujetos desconocidos que mediante el método de escalamiento y fractura, en una de las ventanas, ingresaron a las instalaciones del área de informática del Instituto de Beneficencia y Bienestar Social, Lotería del Táchira, que fue totalmente desmantelado con la sustracción de gran cantidad de equipos.
El Dr. Ignacio Andrade, presidente del directorio, acudió en horas de la mañana de este lunes a la sede del Cicpc, para denunciar la incursión delictiva ante funcionarios de la Brigada Contra Delitos a la propiedad, que inmediatamente se movilizaron al lugar de los hechos, parta dar inicio a las investigaciones.
Andrade dijo que los delincuentes desvalijaron totalmente el departamento, llevándose desde el servidor más importante, hasta laptops, que eran utilizados para el trabajo administrativo y de comercialización, situación que además del Cicpc, fue notifica a la Contraloría General del estado.
El presidente de la Lotería del Táchira, hizo un llamado a las personas que cometieron este hecho y se llevaron los equipos para que los regresen. “Estos equipos para nosotros son muy importantes y estamos en disposición de recibirlos para colocarlos de nuevo al servicio del colectivo, puesto que se trata de equipos bastante costosos y reponerlos será bastante difícil”, acoto luego Andrade en presencia de miembros del directorio. En cuanto al monto de lo robado dijo que aún no se había cuantificado por lo reciente del hecho y que el jefe del área, junto a su personal estaban abocados a esta tarea para entregar, a la mayor brevedad posible, una relación, a los investigadores del Cicpc. Esta lista deberá contener la cantidad de equipos que fueron sustraídos de esta sala y, cuáles son los de mayor importancia como el servidor y establecer el monto de lo robado, ya que no lo sabemos con exactitud, pues inclusive en una revisión que hacíamos con los funcionarios del Cicpc, en la parte posterior encontramos cajas de tóner, agredo Ignacio Andrade.
Dijo luego que el hurto de estos equipos afecta totalmente las operaciones de la Lotería del Táchira, puesto que se llevaron el servidor y eso significa que se llevaron toda la memoria y que se deberá acudir “al físico”, para poder nutrir de nuevo la información a los nuevos computadores, o de los mismos equipos si es que los devuelven. Todo lo contable y lo financiero se reflejaba en esos equipos de computación. “En estos momentos podemos decir que vamos a refundar numéricamente, financieramente o en información contable, al Instituto de Beneficencia Publica y Bienestar Social Lotería del Táchira. Por ejemplo, allí estaba totalmente la nómina y nuestros trabajadores deberán comprender, que ahora deberemos acudir al trabajo manual, para poder cumplir con nuestros compromisos.
Ignacio Andrade fue categórico al decir que de toda la información auditable que fue sustraída en los equipos, existe un respaldo físico, que ya se había adelantado gracias a la labor de un equipo especializado y aclaró que la Lotería del Táchira no corre ningún tipo de peligro y, por lo contrario, hechos como los ocurridos, aceran el espíritu y seguirán adelante con mucho empeño, porque la lotería que es del pueblo del Táchira y patrimonio de los tachirenses no va a cerrar sus puertas.
Sobre la forma como cometieron el hecho, explico que fue mediante escalamiento por la parte posterior que da a la iglesia. Por allí subieron hasta el segundo piso, violentaron una ventana, rompieron la reja de protección y presuntamente se introdujeron por allí y se llevaron los equipos. Sobre posibles sospechas dijo que prefiere esperar que el Cicpc, en el cual tiene la mayor confianza, actúe para encontrar a los responsables. Así mismo admitió que existe un déficit de personal de seguridad, puesto que no han escapado a la diáspora que ha vivido el país y tenemos toda posibilidad para el ingreso de personal de vigilancia.
Se presume que este delito fue cometido en horas de la noche del viernes o la madrigada del sábado, pues ese día, desde un local contiguo a la sala de informática, notaron la desaparición de la cocinita que usaban para preparar café y calentar alimentos.