Según el monitoreo de prensa realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia en Trujillo (OVV Trujillo), durante el mes de octubre se registraron 4 muertes violentas en la entidad, de las cuales 3 fueron homicidios y 1 por intervención policial.
Johny Humbría, coordinador del OVV Trujillo, explicó que 2 muertes estuvieron relacionadas con delincuencia organizada, teniendo como motivación del delito el ajuste de cuentas y el sicariato. Por un lado, el asesinato de Yeferson Moreno, quien fue abordado en la calle por individuos desconocidos, quienes, portando armas de fuego, le propinaron varios disparos. Asimismo, el caso de Juan Gutiérrez, quien fue sorprendido en su negocio por hombres armados que accionaron sus armas de fuego contra él, ocasionándole la muerte de manera inmediata. Ambos hechos se presentaron en el municipio Valera. Otro homicidio reseñado por la prensa local fue el de Fredy Briceño, encontrado con múltiples heridas por arma blanca en la Comuna 13 de abril, en el municipio Pampanito.
En cuanto a la muerte por intervención policial, el caso se registró en el municipio Escuque, donde en enfrentamiento con una comisión de las Fuerzas Armadas Policiales del estado Trujillo (Fapet) resultó muerto Manuel Tovar, quien según el reporte policial había robado una moto.
Violencia policial
Durante octubre, a través del seguimiento de prensa que realiza el OVV Trujillo, se registró un caso de agresión policial, denunciado por una familia en el municipio Boconó, donde presuntamente funcionarios actuaron en forma violenta al ingresar a una vivienda, empleando la fuerza física sobre dos mujeres, no importando el estado de gravidez de una de ellas.
Sobre este aspecto, destacó Humbría que, a la luz del comportamiento de los patrones de la violencia policial en la región, se continúan registrando casos del uso de la fuerza contra los ciudadanos, observando que se mantiene la tendencia de esta modalidad de violencia, que viene monitoreando el OVV Trujillo desde el año 2020.
Productores agropecuarios asediados
En octubre, la extorsión siguió siendo uno de los delitos que se contabilizan mensualmente en la entidad. De acuerdo con investigaciones del OVV Trujillo, en algunas ocasiones las víctimas dejan el miedo a las retaliaciones y denuncian a los delincuentes, a pesar de las amenazas contra su integridad física o la de sus familias. Durante este mes se registró un caso en la Zona Baja del estado, territorio donde la delincuencia mantiene su tendencia natural a organizarse, tal como lo evidencian los indicadores de violencia de años anteriores y las reseñas de prensa de 2021.
Señala Humbría, que por lo menos dos megabandas delictivas actúan en el territorio trujillano, específicamente en los municipios Andrés Bello y La Ceiba. Sus acciones han evidenciado su alto grado de peligrosidad y, en ocasiones, sus actos delictivos han trascendido las fronteras de la entidad, llegando hasta el municipio Baralt del estado Zulia.
El equipo de investigación monitoreó, a través de los medios de comunicación digitales de la región, que en el mes de octubre algunos productores agrícolas y pecuarios del municipio La Ceiba, cansados de tanto control delincuencial en sus fincas y continua coacción, hicieron un llamado público a los cuerpos de seguridad del Estado, para que atiendan sus denuncias y actúen en consecuencia. Sin embargo, para el OVV Trujillo, no se ha evidenciado ningún cambio en las políticas públicas para combatir ese flagelo, lo cual coincide con lo señalado por Transparencia Venezuela en su informe 2020, cuando afirmó que “la posibilidad de lograr la reducción real del crimen organizado, la corrupción y la eliminación de las violaciones de derechos humanos que se dan en todas sus variantes en Venezuela, requerirá acción decidida y coordinada con organismos internacionales conocedores de la materia y con los gobiernos de los países fronterizos”. (Prensa OVV Trujillo)