Tras una denuncia publicada por un portal de noticias de oposición, con sede en Estados Unidos, se develó una trama de corrupción protagonizada por los representantes de Juan Guaidó en Colombia, que ya había sido alertada por el gobierno venezolano.
El 24 de febrero Guaidó autorizó a los militantes de Voluntad Popular, Rossana Barrera y a Kevin Rojas, encargarse y atender “la situación de los ciudadanos venezolanos, civiles y militares, que ingresan a territorio colombiano, buscando ayuda y refugio”.
Sin embargo comenzaron a aparecer facturas con gastos excesivos. “Barrera empezó a desarrollar todo un entramado que evidenciaban el robo de fondos relacionados a la ayuda humanitaria y la manutención de los militares en Cúcuta. Barrera reportaba a Caracas el pago de los siete hoteles en los que se estaban alojando los uniformados y sus familiares”, señala el reportaje publicado por el portal de oposición PanamPost.
Las autoridades de Colombia comenzaron las investigaciones sobre Barrera y Rojas, incluso informaron a Guaidó en Caracas, pero no recibieron respuesta.
Según PanamPost, a mediados de mayo Rojas y Barrera se propusieron organizar una cena benéfica para recoger fondos y mantener a los uniformados y sus familiares en Cúcuta. Intentaron hacerlo con el aval de la representación de Guaidó en Colombia, pero Calderón Berti se negó. Sin embargo, Barrera envió invitación a las embajadas, utilizando un correo electrónico falso. El evento al final se canceló cuando se supo que Calderón no lo avalaba.
El reportaje muestra además facturas con gastos ostentosos de Kevin Rojas y Rossana Barrera, representantes del círculo de confianza de Guaidó en Cúcuta, quien los defiende, pese a estar investigados por las autoridades colombianas.
Los emisarios de Guaidó en Cúcuta fueron apartados de su “cargo” e intentaron desviar la responsabilidad de las irregularidades hacia el representante “diplomático” de Guaidó en Colombia, Humberto Calderón Berti.
Sin embargo Berti admitió conocer las denuncias de mal manejo de fondos, pero dijo que son temas que se deben manejar con “seriedad” y que en este momento se encuentra realizando auditorias.
Guaidó pidió a Calderón Berti “transparencia” y que solicite “formalmente a organismos de inteligencia colombiana la investigación necesaria”; aunque Colombia lleva varios meses investigando, de acuerdo a lo reseñado por PanamPost.
El pasado 23 de marzo el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, alertó sobre un entramado de corrupción y conspiración internacional que se gestaría desde Cúcuta, contra Venezuela.
Rosanna Barrero estaría estrechamente vinculada con Roberto Marrero, jefe de despacho de Guaidó, quien se encuentra detenido desde hace tres meses por el Sebin acusado de terrorismo.
“Aparece (en el celular de Marrero) relación de #GuaidóLadrón con “Rossana de Cúcuta” y las cuentas en las que se depositaban a Rossana centenas de miles de dólares”, subrayó Jorge Rodríguez en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
El escándalo, ya imposible de ocultar, ha hecho reaccionar incluso a uno de los principales defensores de Guaidó, el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Al magro, quien pidió investigar a los delegados de Guaidó en Cúcuta, por la malversación de millonarias sumas de dinero a raíz de la supuesta “ayuda humanitaria” a Venezuela.