Cada 6 de junio se celebra el Día del Trabajador de la Radio, en conmemoración de la fundación del primer Sindicato de Trabajadores de la Radio, creado en el país en 1944.
La radiodifusión en Venezuela comenzó en mayo 1926, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez, cuando salió al aire la primera emisora AYRE.
Por tal motivo, el Sindicato de los trabajadores de la radio, cine, teatro, TV y afines del estado Trujillo, realizó este lunes 6 de junio una serie de actividades, comenzando con la celebración de una Misa de acción de gracia a cargo del vicario de la Iglesia San Juan Bautista, Omar Pérez, quien refirió “El locutor tiene el don de educar a través de su voz, tiene el privilegio de contribuir al desarrollo del país, en la búsqueda del bien común. La radio en la actualidad, sigue siendo importante y notable, como lo fue a principios de su lanzamiento, es el núcleo de la sociabilidad ciudadana”.
Posterior a la homilía se dio la sesión especial en el salón del Concejo Municipal, siendo el orador de orden Pedro Ignacio Rivero, conocido en el gremio como “Nacho”, quien dedicó su alocución a su progenitora (+), Ana Teresa Pérez González, La Negra del Rangel, agradeciendo a los organizadores del evento, el haberle designado como orador de orden en dicha sesión especial.
La rica radio trujillana
“La buena dicción, capacidad para la improvisación ante un tema cualquiera, cultura general y un timbre de voz agradable al oído eran las característica que predominaban en los profesionales… que deberíamos tener en cuenta los que, con gran entusiasmo y fe, optábamos por ser locutores. Mi querida madre, que en paz descanse, hizo el sacrificio de conseguirme la cantidad de un mil 500 bolívares, el costo al contado de este curso. A ella dedico este día”.
Pedro Rivero a la edad de 18 años realizó su curso de locución en la ciudad de Maracaibo, dictado por el profesional Gerardo Pozo, locutor de Radio Reloj (1980).
Continua el orador de orden indicando “Para llegar a ser locutor o locutora se requería poseer un titulo de bachiller, tener una aceptable cultura general, buena dicción, y “saber de todo “como decían. La locución se tomaba como una gran profesión. Los locutores sabían hablar, pronunciaban bien, utilizaban palabreas enriquecedoras con las que nutrían su lenguaje y el nuestro, tenían lo que llamaban “Una voz bonita”, una vasta cultura general y una buena presencia.
Para la década de los 70, las universidades del país ofrecían la carrera de Comunicación Social, solicitaban el derecho de ser ellas las únicas en que se dictarán los cursos de locución, instituciones ante las cuales pudieran rendirse los exámenes respectivos, y ellas quienes pudieran dar el veredicto de quién estaba capacitado para ejercer la noble y delicada profesión de locutor o locutora y quién no… Lamentablemente eso no ocurrió, y hoy todo el mundo los hace, este apto o no para ejercer. Hoy muchos se dan el tupé de decir y creer que son graduados o egresados en tal o cual Universidad del país. Nada tan alejado de la realidad. No es así. Esta información vale para los que hoy están en el medio y que nunca fueron sometidos a esta fuerte tensión y agonía que representaba el aspirar a locutor: era una época en la que el curso no enseñaba a alguien ser locutor; y lo sigue siendo en este tiempo. Un curso de locución solo guiaba al cursante a lo que debía conocer sobre la profesión y a lo que debía de enfrentarse ante un jurado calificador, además de otras indicaciones… Los cursos los dictaban profesionales de dilatada trayectoria, los exámenes de suficiencia eran dos, uno escrito y uno oral; si se aprobaba el escrito se tenía derecho al oral y con este se optaba al certificado.
Triste verdad
Después de todo este calvario, venía la aceptación por parte de las emisoras, las cuales no admitían a alguien sin el llamado “título», no permitían que alguien saliera al aire moderando un programa si no estaba debidamente acreditado con certificado de locutor, cuyo número debía de anunciar antes y después de cada uno de sus programas… La emisoras no podían tener piratas ni ilegales en su nómina y no permitían malos profesionales en su staff de locutores, no se aceptaban. Quien no estuviese capacitado no era locutor en esa empresa radiofónica. Era un tiempo en que las radioemisoras sí cumplían los postulados básicos de la radiodifusión: educar, informar, entretener…De allí que se pelearan por poseer en su plantel el mejor equipo de profesionales de la locución, de producción, musicalización, operadores, secretarias, planteros, recepcionistas, directores etc.
La locución “era” una gran profesión…Era porque ya no lo es gracias a muchos que están inmersos hoy en este hermoso quehacer y quienes se han encargado de degradarla, de minimizar su importancia… Hay quienes nunca se han preocupado ni se preocupan por su formación y ahora utilizan un arma tan poderosa y tan delicada como lo es un micrófono y las ondas hertzianas para decir barbaridades… Hoy un tartamudo, un gago, y hasta “un mudo”, fungen como locutores o periodistas radiales sin tener capacidad y menos el certificado o título, cualquiera que sea el caso; como periodistas hay unos “eternos pasantes” y seguirán como eso, pasantes, o más grave aún ejerciendo ilegalmente el periodismo y no se hace nada. Y conste que no es mi intención menospreciar a quienes posean las antes mencionadas condiciones especiales o minusvalías en la comunicación verbal…
Pasaríamos horas y horas mencionando situaciones de este tipo y lo mas difícil y triste es que nadie hace algo a favor de nuestra maltratada radio de Trujillo que marcha por despeñadero gracias a muchos que se desempeñan en la misma y caso más grave gracias a quienes permiten que en sus emisoras se produzcan situaciones, dejando un mal ejemplo para las generaciones venideras, toda vez que el comunicador crea conducta social, sobre todo en los niños…
Unámonos sindicalmente
Me duele la radio porque la siento mía. Me duele mi profesión. Ya los locutores de la vieja guardia vamos de salida y me duele que quienes nos suplan no nos superen en el sentido que referido en este documento. Eso es triste y preocupante. Unámonos en un movimiento sindical, fortalezcamos el Sindicato de Trabajadores de la Radio, Televisión, Cine y Afines del estado Trujillo; unamos al Colegio Nacional de Periodistas y defendamos la profesión y nuestros derechos, pero también cumplamos con nuestros deberes… “Se tenía que decir y se dijo”.
Fortalecer el Gremio
William Medina secretario general del Sindicato de la Radio, manifestó en su intervención ante los concejales y locutores que se dieron cita para conmemorar esta fecha, que “no solamente el 6 de junio de cada año debe ser para recordar la fecha, sino a diario los trabajadores de la radio, debemos procurar fortalecer el gremio que nos agrupa, tenemos hoy acá 19 emisoras, falta la presencia de otras más, ya es una ganancia vernos, somos productores, actores, locutores que debemos estar unidos en la lucha por nuestras reivindicaciones ante el Estado y las instituciones que lo representan, nuestra presencia no debe ser solo para crear opiniones, sino ser trasmisores de la organización social, vamos a una elecciones luego que CNE dio la prerrogativa para la actualización del sindicato de la radio, buscamos que este proceso de renovación sea de la mejor manera trasparente”. Haciendo el llamado Medina a la verdadera unificación gremial, dejando la politiquería a un lado.
En el desarrollo de esta sesión especial se hizo un minuto de silencio, en homenaje póstumo a Pedro Bracamonte, Emiro Salas, a la bailarina y locutora Vigdalia Hernández.
Aspiraciones
Fernando Fernández: La unidad del gremio, se hace necesaria, urge la reactivación total del sindicato que nos agrupa, hay que dejar la zancadilla como práctica malsana que se ha enquistado en algunos ambientes donde hacemos vida activa, hay que entender que debemos buscar el bien común.
Katiuska González: Tiene dos años ejerciendo y conduciendo el programa “Gente que Inspira”. “Mi llamado mas allá de festejar el día de la radio, es a la unidad del todos, darle espacios a los nuevos talentos, para agremiarlos al sindicato, y a los locutores a seguir preparándonos profesionalmente y ejercer de manera eficaz la comunicación radial”.
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José Rojas
jose.rojas@diariodelosandes.com
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