Desde que el Ministerio de Servicio Penitenciario se ha dado a la tarea de cerrar los cupos en las cárceles, los calabozos de los distintos organismos de seguridad se han llenado de presos creando gran hacinamiento y uno de los más críticos es el de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) ubicado en la Zona 7 de Boleíta en Caracas.
Estos calabozos tienen una capacidad de albergue de 250 presos que en teoría no deben pasar un lapso mayor a 48 horas pero la realidad es otra, el promedio de presos en esos calabozos siempre es entre 900 y mil personas en este centro de detención hay 953. En la noche de este martes 3 de septiembre se alzaron para protestar por el hacinamiento que triplica la capacidad.
Familiares que estaban en los alrededores del centro de detención denunciaron que se encontraban en el horario de visita cuando los presos alzaron sus voces para reclamar y fueron los funcionarios policiales quienes con bombas lacrimógenas a las 6:40 de la tarde los sacaron. Ellos temían porque se fuese a registrar una masacre y llamaban a fiscales del Ministerio Público.
El equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) pudo conocer que los internos se quejan por el poco espacio, no cuentan con ventilación, no tienen acceso a la luz solar y deben pagar por todo, por lo que tras ponerse de acuerdo comenzaron a alzarse dentro de las celdas. Los candados de las celdas 4, 5 y 6 fueron rotos por lo que los presos de esas tres áreas se unieron, quemaron colchones y en medio de la revuelta con un arma blanca procedieron a decapitar un preso que permanecía en ese recinto, el mismo había sido imputado por el delito de violación y aparentemente no tenía mucho tiempo de haber ingresado a dichos calabozos.
OVP tuvo acceso a un video que fue propagado por grupos de whatsapp además de redes sociales en donde se observa el preso asesinado en el piso, mientras que el resto de los reos entonan las notas del Himno Nacional señal que se iniciaba un conflicto.