“A la memoria de Gilberto Andara”
“La política surge de la moral porque su fin es el bien humano de la comunidad; una vez que haya comprendido que la vida política debe conformarse al derecho natural (…)”.
Jacques Maritain.
Por medio de la escritura recientemente he tenido un encuentro con el Dr. Ramón Beltrán Espinoza Ramírez, que a mi manera ver, se pueden tener varias visiones, en primer lugar el jurista, el escritor siempre pendiente de sus artículos de prensa semanalmente por el diario “El Tiempo”, una escritura que nos alumbraba por los caminos de política y otros temas.
La visión de política
Beltrán en esta materia ha sido una cátedra, su discurso lleva un mensaje producto de la razón y por supuesto, de la formación de su pensamiento político. Un hombre, un ciudadano que ha detentado poder, ha pasado por las delicias y sus pantanosos caminos, un compromiso de vida. En la política tenemos que creer y también en los hombres que, cimentados en sus valores se iniciaron en los tiempos de los griegos.
Otra visión es la moral, por ello inicio este trabajo a don Beltrán, citando a Maritain. A quien en muchas oportunidades lo oí interpretar en distintos escenarios de la vida política por la cual pasó. En el hemiciclo de la Asamblea Legislativa de Trujillo, de la cual llegó a ser su presidente, en el Colegio de Abogados, en la vieja casona de la casa de Copei en el sector de La Candelaria, en Trujillo.
Recuerdo su encendido discurso de molestia, de malestar político el día en que Carlos Andrés Pérez (II), suspendió las Garantías Constitucionales producto del clima de inestabilidad que había generado el gobierno, producto de las políticas económicas. Así como llegó Beltrán a la política, a este tiempo la variable moral está intacta, “por sus frutos los conoceréis” (Lucas 6:43). Por estas obras es que creo en la política y en las personas que la conducen.
Recientemente publicó un libro que lleva este título: “De Timotes pa’ Valera (1969 – 1974) Periodo de Progreso”. Que es el sentido de responsabilidad histórica con la ciudad y con un retazo de historia que sí tiene hechos que mostrar. Frente a la tenebrosa acción de dudar, descalificar y negar. Así se ha destruido un país, frente a ello se pronuncia Ramón Beltrán y dice: recordemos, porque tenemos muchas cosas que ver.
En primer lugar, el texto hace mención a sus bases biográficas, sus padres, sus hermanos, su formación, las calamidades que le tocó vivir a causa de las confiscaciones políticas. Cuando su padre con su familia tuvo que salir de Timotes a Monte Carmelo, a causa de presiones políticas por no estar de acuerdo con algunos criterios de los gobernantes.
Luego irse haciendo de nuevo, partiendo de la nada, esa fue una de las primeras clases de la vida que vivió el niño Ramón, hasta lograr el regreso a su origen para plantearse un cronograma de vida. Que él con su familia de escasos recursos económicos, comprendieron que el progreso estaba en la educación, el esfuerzo, la inteligencia y el amor de seguir adelante.
La interpretación de la vida cada quien la ve y la concibe de acuerdo a su pensamiento. Desde niño la política lo presionó a través de su padre. Pero es con la política que va evolucionando hasta lograr un buen posicionamiento, ¡Eso sí!, no actuando como lo hicieron con sus allegados. Fue la vivencia con otra convicción en busca del bien común, uno de los principios del pensamiento cristiano.
Su camino político se ha desenvuelto en un ambiente Demócrata Cristiano, desde la DCU (Democracia Cristiana Universitaria). Su vida como estudiante en el liceo y de la universidad (ULA). En la actividad como dirigente del partido Copei, tuvo éxito primero en Timotes, más adelante en Valera, en donde siempre tuvo siempre una correlación de actividades Timotes – Valera.
En Valera, el ejercicio político de la época con la ciudad se cumplió, prácticamente fueron los que la construyeron a lo que es hoy. Las décadas 50, 60, 70, 80; una gran ciudad de los Andes del occidente del país. Basta con recordar que para el quinquenio de 1969 a 1974, la ciudad cumplía ciento cincuenta años de su fundación.
En primer lugar lo que fue la ciudadanía, los concejales, el presidente del Concejo que residía en la figura del Dr. Beltrán Espinoza; partidos políticos, dirigentes, representantes de organizaciones sociales, religiosas, empresariales, miraron a la ciudad con un sentido de pertenencia y querencia. Por ello, se plantearon transformar la urbe de doña Mercedes Díaz.
En el libro se aprecian la cantidad de obras que se realizaron, como lo fueron la gran redoma de Valera, la Plaza de la Bandera del sector La Plata. El inicio de 1.200 metros de la avenida Bolívar, obra que más adelante continuaron otros gobiernos. Construcción de la planta de tratamiento de agua en el sector El Cumbe. Liceos, escuelas, desarrollos habitacionales como las urbanizaciones San Luis y Monseñor Humberto Contreras, mejor conocida como Morón.
En esta ocasión, la ciudad necesitaba de un nuevo mercado y se lo hicieron, al igual que un moderno terminal, en los treinta y cinco barrios se tenía la ciudad, se ejecutó una política de transformar ranchos por viviendas dignas y la política fue un éxito.
Al igual sucedía con el encuentro humano de sus habitantes, la preocupación por la clase dirigente, como interactuar a diario con sus comunidades y solucionarle los problemas sobre todo los de servicios. Antes y después fue una ciudad modelo del occidente del país. Entonces, sí existen cosas buenas gracias a la política y a sus actores.
El libro es ameno, con una visión optimista por lo que se detalla en su recorrido, existe un disfrute por las vivencias de la gran ciudad, sus personajes, instituciones, sus visitantes. ¡Dígame! el día central, el 15 de febrero, la presencia del presidente de la República Dr. Rafael Caldera, el ministro de Relaciones Interiores Dr. Lorenzo Fernández. El orador de orden Adriano González León, uno de los narradores más importantes de Venezuela. El escritor de «País Portátil», premio Seix Barral de Editorial Planeta, Premio Nacional de Literatura.
Algo que demuestra Beltrán en esta memoria, es que su responsabilidad fue primaria, pero es compartida, es amplia, de consenso, de diversidad pero a la vez es de unicidad. Lo demuestra en el texto, pero también lo dicen las muchas imágenes que hablan por sí solas, fueron muchos, bastante digo, quienes lo acompañaron. Es una edición tradicional que nos habla en el siglo XXI. Una edición que debe tener una edición digital tal como está. Para que esté no solo en Valera sino en el mundo.
Afirma Beltrán lo siguiente: ya con mi familia tuve la necesidad de tener casa, en Timotes hice la diligencia y cercano al “Hotel Las Truchas” compré un terreno y con préstamos tuve casa. En Valera ya como abogado, en ejercicio, político, padre y parrandero, me fui y solicité un préstamo para la vivienda en la “Entidad de Ahorro y Préstamo Progreso”, que quedaba en una de las esquinas de la Plaza Bolívar, me lo dieron y esa es la casa que tenemos en Las Acacias.
La política es una acción humana, que le da crecimiento al hombre, calidad de vida, felicidad que camina derecha. Aunque es la acción delictiva la que la tuerce. ¡Es problema de conciencia!
“El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral”
Santo Tomás Moro, patrono de los Políticos. Inicié este trabajo con la moral y con ella termino.