Eduardo Viloria / DLA
La barda perimetral del Cementerio de Betijoque ubicado en la calle 24 de la avenida 2 de la capital del municipio Rafael Rangel, corre el riesgo de irse por completo al vacío, ante el daño creciente que tiene la estructura de bloques, deteriorada en varios lugares, que cada día crece, situación de la cual no se han dado por enterados los 7 concejales del Ayuntamiento local y la alcaldesa Sonia Silva, los cuales no proceden a crear una partida especial que permita la reparación de la cerca del lugar, donde reposan los difuntos de esta localidad.
Son muchas las quejas de vecinos, que no tienen quien los escuche, en relación a este problema donde pasan y pasan los días, meses y años y el deterioro se sigue acentuando, añadiendo a esto, el peligro de varios árboles frente al señalado cementerio que deben también ser podados para alejar el daño que representan.
.