Por: José Luis Colmenares Carías
Daniela, una artista de 32 años de la zona andina de Venezuela, madre de dos hijas y emprendedora de un proyecto orientado a beneficiar a otros artistas y artesanos. En medio de un contexto económico complejo, ha decidido desafiarse en su relación emocional y funcional con el dinero, a través de un proceso de aprendizaje vivencial para transformar su relación “caótica” con él. Este programa la ha guiado en un viaje de autoconocimiento, revisión de creencias, hábitos financieros y a una conexión emocional más consciente.
Autoconocimiento y Conexión Emocional con el Dinero
En un primer encuentro, Daniela se adentra en su relación con el dinero, reconociendo que esta no solo se basa solo en cifras, sino en emociones profundas. «Lo veo como una cuestión de supervivencia en el manejo de mi dinero y la conciencia financiera«, dice con sinceridad. Al reflexionar sobre el significado del dinero, comparte:
«Para mí, el dinero es tiempo.»
En este encuentro se centra en explorar sus creencias limitantes y cómo estas han influido en su vida. A través de una dinámica comienza a desentrañar su historia familiar. «Recuerdo que mi papá no nos daba dinero con frecuencia, y eso me hizo buscar recursos en otros lugares«, confiesa. La conversación se vuelve más intensa cuando habla sobre su pareja:
«Siempre he llevado separado mi dinero del de él. Cuando es algo en común, nos ponemos de acuerdo, pero a menudo siento que él cubre el espacio del proveedor, como lo hacía mi papá.»
Con cada reflexión, se da cuenta de que necesita cerrar capítulos de su vida para avanzar. «Me faltan capítulos por cerrar y necesito hacerlo para soltar el ancla que tengo«, concluye, sintiéndose más ligera y libre.
Finanzas Conscientes y Relaciones Funcionales
Daniela continúa su exploración, fortaleciendo sus aprendizajes sobre cómo establecer límites en su relación funcional con el dinero.
«Más que reflexionar, he tratado de aplicar lo que aprendí. Estoy trabajando en decir más ‘no’ en lugar de aceptar todo«, comparte con una sonrisa.
El facilitador la anima a seguir practicando esta nueva habilidad. «¿Cómo te sientes al decir ‘no’?«, pregunta.
«Me siento tranquila, porque sé que no soy mala mamá. Ella también tiene que entender que a veces no se puede«, responde Daniela, mostrando su crecimiento emocional.
Daniela también comparte cómo ha comenzado a reconocer sus patrones de gasto. «Me doy cuenta de que siempre digo que sí a los gastos innecesarios. Ahora estoy aprendiendo a equilibrar mis prioridades«, dice.
Transformación de Creencias Limitantes
En su tercera sesión, Daniela se embarca en un proceso de diseño de su identidad financiera. Reconoce que muchas de sus creencias limitantes provienen de su infancia.
«Cuando era pequeña, un perro me mordió y corrí sin mirar atrás. Ahora, no quiero seguir huyendo de mis problemas financieros«, reflexiona.
Se le pregunta cómo ha cambiado su perspectiva sobre el fracaso. «He aprendido que no se trata solo de ganar o perder, sino de aprender en el proceso«, responde.
Daniela se siente más empoderada al reconocer que puede transformar sus creencias. «Ahora entiendo que cada decisión financiera es una oportunidad para alinear mis acciones con mis valores«, dice con determinación.
Integración de Aprendizajes
En el último encuentro, Daniela integró los aprendizajes utilizando herramientas estratégicas para abordar la complejidad de su situación.
«He organizado mis números y estoy cubriendo pagos que antes no podía hacer. He aprendido que el dinero no es una varita mágica, sino un instrumento para avanzar, incluso en situaciones caóticas«, comparte con entusiasmo.
Al final, el facilitador le pregunta sobre lo aprendido. «¿Qué te llevas de este proceso?«.
«He aprendido a reconocer mis luces y sombras y buscar un equilibrio. Ahora, veo el dinero como una herramienta para satisfacer mis necesidades y no como una fuente de ansiedad«, responde Daniela, visiblemente más segura.
Después de estos encuentros, Daniela se siente lista para implementar un plan de acción. Ella se compromete a elaborar un presupuesto mensual y establecer metas claras para sus gastos e ingresos. En sus aportes de cierre señala con confianza: «He aprendido a visualizar mis finanzas de manera más clara. Ahora sé que puedo planificar y no sólo reaccionar ante las circunstancias«.
Seguimiento de las Reflexiones y Avances
Cuatro meses después, Daniela se reúne con el facilitador para evaluar su progreso. «He aplicado los aprendizajes en mi vida diaria«, dice con orgullo. «Ahora, me tomo pausas antes de actuar y he aprendido a decir que no sin sentir culpa«.
Entre risas, comparte anécdotas sobre cómo ha cambiado su relación con el dinero. «Entendí que cobrar lo que me corresponde. Ya no justifico mis precios, ahora sé que mi trabajo tiene valor», afirma con confianza.
Al final se la felicita. «Me alegra verte avanzar. Has recorrido un camino impresionante«, concluye con un abrazo fraterno.
Alcances y Aprendizajes Finales
La experiencia habla de la posibilidad de lograr una mejor relación con el dinero y de empoderarse como mujer emprendedora. Daniela, en el proceso, aprendió a establecer límites, a gestionar emociones y a transformar creencias limitantes en oportunidades de crecimiento. Sus aprendizajes se reflejan en su vida diaria, donde ahora se siente más segura y capaz de tomar mejores decisiones financieras.
Fuente para profundizar: https://n9.cl/bh8nz4
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