El Padre José Humberto Contreras nació en Tovar el 21 de diciembre de 1903 y un murió un 21 de diciembre de 1962 en Caracas. Hoy la efeméride es doble. Es decir, muere en la mima fecha en que había nacido 59 años atrás.
En la memoria de muchos valeranos aún vive latente la imagen un ser humano extraordinario, que se convirtió en el gran benefactor de la Iglesia Católica de la ciudad de las siete colinas. Un hombre que le sirvió a nuestra ciudad; que hoy al mencionar alguna obra por él; no lo puede olvidar, y quienes no le conocieron también saben de él, ya que dejo una inmensa huella que difícilmente se puede echarse al olvido.
Por eso se dice que las buenas obras realizadas por los hombres perduran para beneficio a la colectividad, solo las buenas acciones de los hombres buenos calan en las inmensas reservas morales y espirituales en los habitantes de la Patria.
Este hijo de Benjamín Contreras y Heráclea Omaña, desde que se instauró en Valera, se convirtió en su gran protector y hombre progresista que lucho y trabajo por su desarrollo social.
En el padre Contreras cabe aquello que dice: Los hombres de ideales grandes pueden morir, como todo ser humano, no así sus grandes obras al servicio de la humanidad.
Y precisamente el padre José Humberto Conteras fue un hombres que dejó toda una obra social en aquel entonces distrito hoy municipio Valera, fue un sacerdote a quien nunca le gustó que le llamaran Monseñor, sino Padre. Pues bien el Padre Contreras, el oriundo de una pequeña comunidad llamada El Tabacal, perteneciente a la parroquia Santa Cruz de Mora del municipio Antonio Pinto Salinas del estado Mérida, y no de Tovar como erradamente se ha dicho; estudió en el Seminario Conciliar de Mérida y en la Universidad Gregoriana de Roma, fue ordenado sacerdote a los 23 años de edad, un día sábado, 5 de febrero de 1927, ofició su primera Misa al día siguiente en el Valle del Mocotíes, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Santa Cruz de Mora, donde posteriormente se desempeñó como vicario cooperador; tres años después de su ordenación, en el año 1930, fue enviado por el segundo arzobispo de Mérida Monseñor Acacio Chacón Guerra, al estado Barinas, donde fue nombrado párroco. Cursó estudios superiores en la Universidad Gregoriana, en Roma.
El 18 de junio de 1934, fue nombrado Cura y Vicario de Valera. Aquí suplantó a quien venía construyendo la iglesia San Juan Bautista: el padre Dr. Guillermo Parra. A partir de ese momento desplegó una rica e importante actividad epistolar dejando profunda huella en el progreso de Valera.
Valiente y valioso ser humano
En sus años de sacerdocio dejó una extraordinaria labor en nuestra región, labor ésta que hoy en día permanece como el más vivo ejemplo del gran espíritu de trabajo y desprendimiento material que siempre lo acompañó
El Padre Contreras fue un valiente y valioso ser humano, se fue con el alma transida de penas, con el alma desgarrada por tantos sufrimientos y por tantas decepciones humanas, se fue con la gloria de los que lucharon y combatieron por un ideal.
El creía que era nada, apenas un hombre insignificante, por eso se le vio de bajo perfil, nunca le vieron mendigando títulos, ni dignidades, ni aplausos. Fue fuente divina como maestro divino.
Un día se le ocurrió a alguien distinguirte con una de las más altas condecoraciones del país, se la enviaron por correo para halagar sus sentimientos y su voluntad indomable y por el mismo correo la remitió al lugar de origen.
Por eso pensaba con brillantez, por eso sentías hondamente la belleza del ideal cristiano que moviliza las fuerzas del espíritu, por eso se consagró al servicio de su pueblo. De este pueblo de Valera que le vio vivir y actuar con dignidad y que lloró consternado el dolor inconsolable de su muerte.
Propicio recordar sus palabras
Luego de 56 años de su partida, la vida y su obra del Padre José Humberto Contreras sigue latente y es propicio recordar sus palabras en un discurso ofrecido en el Ateneo de Valera con motivo del acto de graduación del Colegio Laso de La Vega en julio de 1962 siendo esa su última aparición en público en la ciudad. Ese día expresó: «El dominio de la cultura en el mundo anticipa un reino que habrá de venir. En, él todos seremos hermanos por la igualdad, un reino de paz, sin ejércitos, sin matanzas, sin ambiciones, ni explotadores; libres de vividores de la buena fe y de la necesidad ajena»
«La cultura es esencialmente humanista, no serán los árbitros del oro, ni de las finanzas, ni las más impreparadas quienes puedan fabricar el mundo mejor que todos los servidores de la buena fe que soñamos. Esta tarea podrán realizarla los obreros de la cultura, si creen en ella, si la sienten, si la aman y la viven”.
«Sólo ellos podrán humanizar, porque la barbarie (y todo lo que ella representa) es enemiga irreconciliable de la cultura. Una estrofa de Virgilio, una línea de la Divina Comedia, un capítulo de Cervantes, un sólo pensamiento de Galileo o una frase de Freud, valen más para la causa de la humanidad que todos los folletos de los estrategas militares, que todos los discursos de los líderes, que todas las mentiras de los grandes estadistas y políticos”.
«Llegará el día en qué toda maquinaria de guerra, de violencia, de pasión desenfrenada se reducirá a la nada, y gloriosa y radiante aparecerá el eterno día de la cultura». (Folleto Centenario del padre José H. Contreras. Arnoldo Bolívar, Alcaldía de Valera).
Poco valorado
El Padre Juan de Dios Andrade pregonaba, que no supimos valorar ni su personalidad, ni tus ideales, ni sus obras. Sin embargo nunca expresó, la menor queja, nunca lanzó contra nadie el más leve reproche.
El día de su sepelio exclamó lo siguiente: «Te vas con el alma transida de penas, con el alma desgarrada por tantos sufrimientos y por tantas decepciones humanas, te vas con la gloria de los que lucharon y combatieron por un ideal. Los hombres que han realizado grandes obras al servicio de la humanidad poco son recordados y menos valorizados por la labor cumplida”.
Este clérico de la iglesia católica le brindo a los valeranos 28 años de sus existencia a la ciudad de Valera enarbolando limpias banderas de bienestar para la gente más necesitada, su obra permanecerá para siempre con dignidad y honestidad.
El Padre Andrade lo llegó a calificó como: “un hombre que pone el orgullo, no en valores efímeros, no en vanidades terrenas, sino un hombre que pone su orgullo en la virtud, en el talento, en el ideal del bien, en el servicio humano, en el ideal creador. Por eso pensabas con altura».
Don Luis González registra en su obra, “El Padre Contreras bajo la Lupa de la Teología del oprimido”: fue uno de los sacerdotes más despiertos que ha pasado por Valera, este distinguido sacerdote llega a Valera, el domingo 22 de julio de 1934 y de acuerdo a lo narrado por el Pbro. Juan de Dios Andrade, de grata recordación, en su obra El Templo de San Juan Bautista de Valera, el 23 de julio de 1934, por disposición del Arzobispo de Mérida, el Dr. Guillermo Parra, entrega al Pbro. José Humberto Contreras, la parroquia de San Juan Bautista de Valera, asumiendo éste un gran compromiso de continuar trabajando incansablemente, para culminar los trabajos de construcción del templo, lográndolo con éxito, porque cuando le corresponde entregar la parroquia, el 17 de septiembre de 1953, para esta fecha el templo estaba concluido.
Se libró una lucha titánica para y traer su cuerpo a Valera, su sepelio se realizó en medio de una profunda manifestación de dolor, donde los valeranos resaltaron su calidad humana, su afán y su entrega como hombre consagrado a las cosas de Dios y sacerdote trabajador y ejemplar. Sus restos reposan en el cementerio municipal”.
No se dejó tentar
Dice el Dr. Raúl Díaz Castañeda que el padre José Humberto Contreras, “no se dejó tentar ni fue débil ante las tentaciones, tan propias de la condición humana. Rechazó en dos oportunidades el obispado. Rechazó una condecoración que le quiso imponer la dictadura pérezjimenista. Rechazaba el trato de «Monseñor». Y en una oportunidad en que sus amigos le regalaron un automóvil, sin probarlo siquiera lo donó para que fuese rifado y el dinero utilizado en la culminación de sus obras. Vivió 59 años completos, ni un día más ni un día menos”.
«Pensaba que una religión de puros privilegios que no se conmueve ante los problemas de la humanidad, no tiene razón de ser», ha dicho de él el Pbro. Juan de Dios Andrade, quien lo conoció muy bien. ¿No es este, precisamente, el principio de los sacerdotes de la nueva Iglesia? lo que ha creado en el ánimo de sus integrantes más liberales un estado de agitada angustia, que los contrapone a los sectores conservadores, que son los más. El pedimento fundamental de estos liberales católicos, es poner la Iglesia al servicio de las masas, para una búsqueda de soluciones a los grandes problemas que agobian la humanidad. Estamos seguros que si el Pbro. José Humberto Contreras viviera, miraría con simpatía este vasto movimiento de renovación. Nos autoriza a pensar así sus actitudes frente a los problemas de la comunidad valerana”
De visión futurista
El Padre Contreras como cariñosamente se le llamó, tuvo una gran visión futurista, es por esa razón que, observando el progresivo crecimiento de la población de esta ciudad y la lejanía de la parroquia San Juan Bautista para asistir a los oficios religiosos por parte de los habitantes de los sectores, Delicias, La Ciénega y Lazo de La Vega y aun encontrándose en delicado estado en Caracas, le escribe al señor Luis Vielma, colaborador de la obra pro Parroquia San José, comunicándole el proyecto, le dice que gestionara un terreno cerca del sectores Delicias y Lazo de La Vega y que estudiara el proyecto junto al Padre Andrade Vicario de la San Juan Bautista. Según escribiera Alfredo Matheus en “Crónica Cultural”, así lo hacen y de inmediato comienza buscar el terreno. Realizaron los contactos para la adquisición del terreno propiedad de Antonio Salinas a un costo de 60.000 bolívares para cancelar por cuota. Así pues, despertó el ánimo de construir una capilla provisional donde se oficiaran a la intemperie las Misas dominicales en horas de la tarde en el año 1.952. Esta capilla no satisface los anhelos y más adelante surgió la idea de construir un templo.
Al poco tiempo se colocó las primeras piedras del templo. El Pbro. Juan de Dios Andrade desde su parroquia de San Juan Bautista fue dirigiendo esta obra hasta que Monseñor Dámaso Cardozo se posesionó de la Parroquia.
De gran carisma
“Fue un carismático sacerdote que no siendo valerano, supo ganarse el cariño, el aprecio de la feligresía y de los hombres y mujeres, jóvenes, adultos, ancianos y niños que le conocieron, gracias a su excelente trabajo pastoral que hizo en nuestra querida urbe de Mercedes Díaz, pienso que hay que volverlo a recordarlo y honra siempre su memoria. El legado que nos dejo es invalorable.” sostiene Armando Ramírez.
El profesor Alí Quintero escribió cuando el Centenario del Natalicio del padre Contreras lo siguiente: «El Padre Contreras fue un personaje profundamente marcado por los principios cristianos, que apartando de las comodidades y siempre declinando los reconocimientos y honores que bien merecía, se resteó a plenitud con su mayor compromiso: impulsar, sobre la base de la fe en Dios, iniciativas prácticas para elevar los niveles de vida y organización de los más necesitados. Siempre estuvo a favor de los más necesitados.»
Como buen cristiano el Padre José Humberto Contreras salió a sembrar su semilla, tuvo la suerte que Dios le permitiera saborear parte de los frutos producto de su cosecha.
Su paso por este mundo dejó huellas imborrables, las obras de este ilustre sacerdote son de un auténtico servidor del pueblo.
DE INTERES
“Por cierto chico, hay que hacer una campaña fuerte para rescatar su tumba al igual que la del Padre Andrade, a ellos y otros ilustres valeranos los hemos echado al olvido. Somos una vaina seria”, se reprocha Don Luis González.
Su obra se enmarcó en el progreso colectivo
- Las buenas obras realizadas por los hombres perduran para beneficio a la colectividad, solo las buenas acciones de los hombres buenos calan en las inmensas reservas morales y espirituales en los habitantes de la Patria.
- Según relata en su libro, 100 Años del primer Consejo Municipal e Valera, el Padre Juan de Dios Andrade señala que: en febrero de 1936, el Pro. J. H Contreras, Cura y Vicario de la ciudad de Valera solicita al Consejo Municipal para establecer una Lotería de Beneficencia. La Municipalidad le otorga el permiso y el hace modificaciones al reglamente presentado, según dicta el acta del 9 de febrero de 1936.
- El 6 de enero de 1.939 funda la Cooperativa de Crédito y Vivienda, y con ella inició y concluyó la Urbanización Lazo de La Vega se conocía anteriormente con el nombre de Barrio Obrero, después de Barrio de la Cooperativa, colaboró en los trabajos del templo de San Pedro, continuación y ornamentación del Templo de San Juan Bautista, casa del Obrero. Creación de la Parroquia de San José.
- Levantó esa bella edificación que hoy en día es el colegio «Lasso de La Vega», el 19 de septiembre de 1953, institución está que en sus inicios tuvo como objetivo brindar educación a todas aquellas niñas pobres que no tenían oportunidad de estudiar por la caótica situación económica de sus padres, donde se imparten conocimientos de primaria, normal y comercio. Él rigió los destinos de esta institución hasta la fecha de su fallecimiento.
- En el campo religioso podemos señalar que fue el Padre Contreras, el organizador de la «Primera semana Catequística de Venezuela», se empeñó en terminar la iglesia «San Juan Bautista» de la ciudad de Valera, obra está que concluyó con el aporte solidario de sus habitantes. A la vez que inició la construcción del templo «San Pedro» y finalmente por intermedio de su persona se logró la consecución del terreno para la construcción de la iglesia» El Carmen» de esta localidad.
- La solidaridad de este servidor de Dios, lo llevó en el año 1942, a promover la creación de un Centro de Salud, llamado Barracas, para enfermos de tuberculosis, como a la vez, serviría de refugio para una gran cantidad de mendigos y personas desamparadas que encontraban en estas instalaciones remedio para sus males y sufrimientos. Este centro funcionó por mucho tiempo al lado del viejo hospital «Nuestra Señora de La Paz» al final de la calle 10 de Valera.
- En 1943, construye la » Casa Hogar Cooperativa» y el periódico «Cooperemos» el cual servía como vocero de lucha y organización del pueblo. Hay que destacar que la edificación «Casa Hogar Cooperativa» en horas nocturnas prestaba servicios como escuela popular para obreros y en el día se desarrollaba una bella labor que llevaba por nombre «La sopa del niño» que consistía en darles a los niños una clase educativa y un almuerzo.
- Su preocupación por conseguirle casa al obrero lo llevó, además de la construcción del Lazo de la Vega, a apoyar la de la urbanización «Bella Vista» y, más adelante, la de «Monseñor Antonio Ignacio Camargo», en Carvajal. Termina la Iglesia San Juan Bautista e inicia los trabajos del Templo de San Pedro y a su lado el «Orfanato de Santa Teresita». En 1953, por motivos de salud, deja la vicaría de Valera, fecha cuando recibió la distinción de «Hijo benemérito de la ciudad de Valera».
- Sus obras fueron muchas más, todas enfiladas para hacer de Valera un ciudad prospera, de gran futuro y crecimiento para que dejara de ser un pueblo grande para convertirse en una gran ciudad.
Referencias y consultas: Archivos Diarios de Los Andes, Archivos Diario El Tiempo, Testimonio del Periodismos Trujillana de Luis González. Libro Valera, Dr. Raúl Díaz Castañeda. “El Padre Contreras bajo la Lupa de la Teología del oprimido”: Don Luis González. Templo de San Juan Bautista de Valer, Pbro. Juan de Dios Andrade. 100 Años del Primer Consejo Municipal de Valera, Pbro. Juan de Dios Andrade. Crónica Cultural, Alfredo Matheus. Centenario Natalicio Padre contreras, Arnoldo Bolívar, Alcaldía de Valera. Brisas de Morón, Armando Ramírez.