Cumplir medidas de bioseguridad a veces tiene un costo alto para médicos privados

Un costo- beneficio. Aunque cumplir con las medidas de bioseguridad correctas tienen un costo alto para los médicos que prestan un servicio privado, es un costo que compensa la vida.

 

Así lo narró la especialista en ortodoncia Mónica Restrepo, quien presta su servicio en clínicas privadas de odontología en San Cristóbal y Colón.

 

Esta médico hace una inversión que supera los 10 dólares en un traje especial o mono de bioseguridad de color blanco que cubre todo su cuerpo. Además usa doble guante en cada consulta por si ocurre una rotura imprevista; adicional lleva su careta y su tapabocas.

 

El mono que usa es desechable. Debe ser de un solo uso, pero dado a la situación económica y dificultad para conseguir este tipo de insumos en Venezuela, algunos médicos como la especialista Retrepo realizan la esterilización del traje y los usan por dos o tres ocasiones.

 

Adicional a ello cuenta que los consultorios odontológicos en los que labora han tenido que adaptarse y reforzar las medidas para la atención. Antes de ingresar una persona debe cubrirse el cabello con un gorro especial, pasar por las alfombras con desinfectante y rociar en sus manos gel antibacterial.

 

De igual modo, antes de iniciar la consulta cada persona debe realizar un enjuague bucal de 40 segundos.

 

“Si no hacemos esta inversión va estar en riesgo nuestra vida o la vida de nuestro paciente, ante esto no se puede jugar”.

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