Cumbre en Brasil: tolerancia al régimen venezolano y pérdida de determinación democrática en la región |Por: Luis A. Villarreal P.

Luis A. Villarreal P.

Cómo se ha podido sentir el venezolano que sienta a su país en su corazón, al fijarse en la desfachatez —de impúdico cinismo— con que fue recibida y ponderada la delegación oficialista del régimen cuestionado en Brasil; que además fue cortejada por el presidente anfitrión y los demás jefes de Estado que comparecieron a la cita; poniendo en entredicho el objetivo y agenda principal  y aparente de esa ‘cumbre’ oscura y borrascosa que sin duda ha enrarecido mucho más el contaminado ambiente de la democracia sudamericana.

Con las excepciones del caso —tanto de los países vecinos como del Brasil interno y democrático— se podría concluir que la pobreza y obsecuencia política del Sur ha sido una lamentable muestra de la situación en que se encuentra la región. Las ‘razones’ de ese encuentro, si es que las hubo, han oscurecido por el encandilamiento del principal intento de maquillar sin éxito la antítesis del talante democrático del continente.

Pero, ¿quién es el promotor de esta cumbre, y por qué de manera neutra o ciega los ‘líderes’ de la región acudieron?

Luiz Inácio Lula Da Silva —como otros   dirigentes— está empecinado en llevar a los sudamericanos por los caminos del extravío hacia un destino incierto e inmerecido, de despropósitos escabrosos, basados tal vez en resentimientos y complejos que están muy lejos de interpretar los verdaderos requerimientos del bienestar y las aspiraciones de evolución socioeconómica y política de la región.

Lula funge como espadachín de rancias y obsoletas creencias ‘involucionarias’ del continente americano —digamos castro-chavistas—, y es aprovechado por ese pool de países e imperios que por la fuerza y acciones retrógradas quieren agarrar las bridas del mundo, sin demostrar de ningún modo que en ellos se pueda confiar, que los seres humanos estarían seguros bajo su conducción.

Más por el contrario, cada día que pasa de acuerdo a las circunstancias observadas, los aspirantes a conductores globales se les ve haciendo equipo y apoyando la tolerancia del mal: abusos contra los Derechos Humanos; promoviendo y defendiendo dictaduras, el terrorismo, la disgregación sociocultural, violación de soberanía de otros países; socavando con sus irracionales posturas los organismos multilaterales; además de querer chantajear con el poderío económico —energético y tecnológico— y militar irresponsable que están poniendo en práctica. Podemos aseverar lamentablemente que proliferan los pendencieros ‘políticos’ y escasean los estadistas.

Las costuras del ‘proyecto socialistoide’ —mas no socialista—, muestran el afán izquierdosamente enfermizo antiestadounidense. Por ello, quienes lo asumen, cuesta arriba, andan promoviendo la desdolarización en el marco de los BRICS, asociación de países emergentes y/o superpoblados que de algún modo desean ser parte de la multipolaridad, pero cuya ‘limitación’ para algunos está representada en la supremacía del dólar estadounidense [USD] y su dependencia, y para otros en el efecto del mismo sobre las sanciones que repercuten o imposibilitan el ‘libre’ intercambio comercial

En esta obsesionante manía, artífices y seguidores han preferido entregarse a los brazos de otros imperios y a grupos de países que tienen el mismo objetivo. Pero, lo elemental de toda esa anti-ideología es sumarse a lo indeseado. En un intento por zafarse de la supuesta guatemala promueve la infeliz idea de abrazarse a guatepeor.

Lula y sus congéneres: Luis Arce [Bolivia], Alberto Fernández [Argentina], Gustavo Petro [Colombia], hacen lo que Ortega, Castro, y en su tiempo hicieron los kirchner, Lugo, Tabaré, Correa, Funes, Celaya, Preval, con el decidido apoyo financiero de Chávez y su pupilo cuestionado, en un desaforado intento de contribuir al establecimiento de un mundo sin Estados Unidos;  razón por la que se explica de fondo la instrumentación e insistencia sobre UNASUR, ALBA, PETROCARIBE, al tratar de colocar en el perfil más bajo a la OEA y la ONU, el ALCA y el TIAR, además de querer desacreditar y ponerse al margen del Pacto de San José y su Convención Americana sobre Derechos Humanos [CADH]. Por ello queman infructuosamente sus cartuchos con el fin de alcanzar los objetivos del Foro de São Paulo, fundado en la ciudad del mismo nombre al inicio de los 90s, cuyos mentores principales son precisamente Luiz Lula y Fidel Castro.

Afanados continúan los gobiernos y partidos antidemocráticos aspirando aplicar en sus respectivos países la agenda que infelizmente soporta Venezuela, que incluye reelección indefinida, judicialización política, violación de los Derechos Humanos, cubanización, y apertura de par en par a China, Rusia, e Irán.

De acuerdo a lo acontecido en Brasilia, se debe enaltecer la actitud asumida por Luis Lacalle Pou y Gabriel Boric. Ellos cuestionaron severamente la expresión de Lula al desdeñar éste el sufrimiento del pueblo venezolano tildándolo de simple narrativa

Tal afirmación pareciera tener si no equivalencia sí intencional parecido a la negación del holocausto judío en la Segunda Guerra Mundial. O a la intención chino-brasileña de ‘mediar’ por el fin de la guerra contra Ucrania, bajo los parámetros que interesan al agresor ruso mas no al país ultrajado e invadido, proponiendo un alto al fuego y la cesión de territorio al violador de los derechos universales. También tiene una semejanza a la intermediación del gobierno chino cuando impávida y cínicamente pregona y exhorta a los países solidarios de Ucrania a «que no sigan facilitando armas a este país» como manera ‘adecuada’ de detener el conflicto e ir a ‘negociaciones’.  Estas actitudes y posturas niegan la verdad histórica con fines tendenciosos e irresponsables.

En relación al desempeño opositor rumbo a las Primarias, simplemente nos quedamos cortos en lo que a actual o novedosa información sobre elecciones se refiere.  Pero hemos de seguir comentando al respecto; aunque sea para seguir rayando, que es lo mismo que tener a toda hora presente la crisis que nos atrofia.

Se dice que la disyuntiva opositora en relación a la posibilidad de que el CNE se haga cargo de las Primarias, podría ser la excusa de intervención del TSJ. Lo que, supuestamente, ya cuenta con ‘la debida’ interposición ante el máximo tribunal. De considerarse procedente este recurso, simplemente estaríamos a las puertas de algo muy previsto, por ser una práctica conocida bajo la premisa de que «lo que al CNE se le escapa el TSJ lo repasa».

Los venezolanos queremos saber qué precauciones al respecto ha tomado la Comisión Nacional de Primarias o la misma Plataforma Unitaria Democrática. Toda vez que los electores dentro y fuera del país siguen aumentando su interés en legitimar de la mejor forma posible el liderazgo venezolano, a objeto ya no sólo de perfilar y habilitar la candidatura de la oposición calificada sino también de confiar la representación de los venezolanos a cada uno de los que asumieron la práctica democrática en la jornada nacional de elecciones opositoras, ante todos los venezolanos y ante el mundo. Creando, de este modo confiable, un nuevo liderazgo y estructura interlocutora que ha de continuar la lucha por nuestra Venezuela, con más ahínco y paso firme.

Lamentable lo sucedido en las elecciones de la UCV, que seguramente estará en proceso de investigación. Ojalá que los problemas de logística que anularon y pospusieron dicha elección no se transformen en la excusa contra el propósito de realización de las Primarias sin injerencia del CNE.

Mientras, seguimos expectantes ante los debates que está tratando de organizar la UCAB, y de los precandidatos que tendrán a bien atender esa invitación, a interactuar democráticamente de cara al país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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