Cuento «Salve, Duce» | Por: Henry Montilla Perdomo

Henry Montilla Perdomo.

A propósito de la celebración el pasado 20-05-2021 del Día Nacional del Cronista, y como un reconocimiento a la elevada labor cultural que desempeñan, cumplo con dedicarles la publicación del Cuento “Salve, Duce!”, cuyo autor es mi padre, Don Tulio Montilla (1906-2003) Cronista Emérito de Sabana de Mendoza. El cuento aparece en el libro “Lo Contó el Abuelo” (Ediciones 1989, 2004 y 2013). Al respecto, y con la venia de quienes lean esto, voy a autocitarme con expresiones de una ponencia que presentamos sobre su Vida y Obra, en el I° Coloquio de Cronistas Trujillanos (2 y 3 de Julio de 2015, NURR, ULA). Así: “Si se considera que Tulio Montilla hizo crónica histórica, social y literaria, es importante puntualizar sobre ésta última, que en su experiencia de escritor desarrolló entonces una particular vocación por el ejercicio de imaginación. Presentemos el siguiente cuento como hecho ilustrativo. Así:

SALVE, DUCE!
Molungo desde chiquito fue así: gordito, cuadradito, bien plantadito y con un carón como el de un pichoncito de Káiser. Ya crecidito, su padre lo envió a la Academia Militar de donde egresó con un papel que indicaba los grados y ascensos alcanzados, así como el uniforme y su Képis. Todo fue a parar al fondo de un escaparate.
En su casa habían recogido a un huérfano llamado Coromoto, muy tentón y registrón, que logró hallar el Képis y sacándolo se puso a jugar con él para dejarlo al fin sobre una silla.
Al regresar Molungo de la calle, lo vio, lo tomó para estirarlo y, poniéndoselo, se dirigió a la puerta para asomarse a la calle.
Pasaba en ese momento por la acera un vecino suyo, un italiano de nombre Venerito quien, al ver aquel mocetón que no conocía y con semejante fachada, se confundió todo, se detuvo, se cuadró y lo saludó: “Salve, Duce!”.
Molungo, medio asustado pero muy risueño, le respondió:
-Pero si yo soy Francisco!
A lo que Venerito replicó: “Cómo? entonces usted ¿no es Benito Mussolini?”.
El autor llegó a afirmar que estructuró el cuento con personas verdaderas (Francisco Zambrano como Molungo, Coromoto Zambrano y Benito Mussolini como personaje histórico) un personaje de ficción (Venerito) y un hecho verdadero (los estudios militares), pero la situación presentada y los hechos referidos fueron producto de su invención. Por consiguiente, esta forma de escritura en Tulio Montilla lo asimiló a quienes imaginan situaciones, en muchos casos incorporando ambientes y personajes reales.
Por: Henry Montilla Perdomo.
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