Con el paso del tiempo y el uso constante, es común que los cables de los dispositivos se rompan. La práctica más usual para alargar su vida útil, y no verse en la obligación de adquirir uno nuevo de forma inmediata, es envolverlos en cinta aislante.
A continuación cuatro alternativas para hacer reparaciones temporales que no requieren el uso de este material:
Tubo termoretráctil
Se coloca el cable dentro del tubo y se coloca la parte termoretráctil o termocontraíble sobre la zona afectada. Se puede usar un secador de cabello en modalidad de alta potencia para activarlo. El calor hace que el tubo se reduzca y se adhiera al cable, lo que refuerza la parte dañada. Hay de distintos diámetros.
Pasta de silicona
Existen compuestos moldeables (por ejemplo, el de la marca Sugur), de aspecto parecido a la silicona, que mantiene la plasticidad durante 30 minutos y se endurece a temperatura ambiente después de 24 horas. Si se moldea este material sobre la parte rota del cable, ayuda a prevenir más daños.
Resorte de lapicero
Una solución ingeniosa y económica es quitarle el resorte a un lapicero de punta retráctil, estirarlo y envolver el cable dañado con él para reforzarlo. El problema, según indica el sitio CNet, es que no son muy rígidos, por lo que no protegen mucho el cable de sufrir más daños. Una buena idea es combinarlo con un tubo termocontraíble.
Protectores
Si busca «protector de cables» en Amazon encontrará miles de resultados. Una opción son los Tudia Klips, un dispositivo plástico para colocar sobre las partes más débiles de los cables de auriculares o cargadores. En Amazon o eBay cuestan 7 dólares el par. El fabricante declara que reduce la tensión en los cables de carga en un 80%.