«Con estas ramitas, verduras, zanahorias, cambures y a veces plátanos que nos regalan pasamos la cuarentena, yo vengo una vez a la semana y cuando hay mucha hambre dos veces por semana porque la situación está muy dura», contó Teresa del Carmen Jeréz, quien vive de lo que le dan los locatarios de Makroval en Valera.
Por su parte Gloria Martinez, una sexagenaria a cargo de varios nietos porque sus hijos están fuera del país y en este momento no pueden enviarle recursos, narró que asiste al mercado de mayoristas también para sobrevivir, «unas veces me regalan y otras recojo de lo que han echado a la basura, cositas que están buenas todavía».
Según los locatarios cerca de 50 o 70 personas, entre los que se cuentan niños, adultos y ancianos, visitan a diario el popular mercado de mayoristas en la «Ciudad de las Siete Colinas», en busca de la buena voluntad de los locatarios y otros tantos desperdicios para poder sobrevivir en medio de la cuarentena por el Covid-19.
Los trabajadores del mercado detallaron que en los últimos días los que más acuden al lugar son niños y ancianos, por lo que muchas veces ya ellos apartan en una cesta las verduras o frutas, «mallugadas» pero en buen estado para que la tomen las personas que llegan a pedir.
Yoerli Viloria
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Gráficas: Alexander «Chaparro» Viloria