SAN CRISTÓBAL. Los jugadores del Deportivo Táchira esperan conseguir por fuera lo que no encuentran en su casa. Los puntos que le den la tranquilidad de clasificar le fueron esquivos en la anterior refriega y se le fueron de “Pueblo Nuevo” dos unidades que eran claves en la lucha por uno de los últimos cupos que quedan para entrar a la segunda fase del torneo Clausura.
Caminando por el filo de la cornisa desde hace varias jornadas, el equipo no puede darse el lujo de sufrir otro traspié, y si bien su situación es complicada, va a enfrentar a un Mineros de Guayana distendido y que puede permitir ciertas ventajas al aurinegro por eso de cuidar algunas piezas y sin presión por estar ya metido en el grupo de los ocho.
Sin resolver el tema del técnico Stifano, y tener que dirigir lejos de la raya, es uno de los problemas a superar por el grupo aurinegro en su visita al “Cachamay” de Puerto Ordaz, además de sortear la alta temperatura que sobre las 3 de la tarde azota a esa ciudad oriental, donde la humedad también puede pasar factura.
En lo deportivo el grupo dirigido por el tachirense Juan Tolisano parece compacto, sin fisuras, y se espera que mantenga esa regularidad que le ha llevado a asegurar temprano uno de los cupos, sacando los resultados necesarios en casa y también mostrando fortaleza cuando va a otros escenarios. En Mineros están conscientes que no pueden brindar ventajas e intentarán ahondar en la llaga de los visitantes para ponerlos contra la pared.
La divisa aurinegra jugará este partido con mucha presión. Sabe que no puede dar un paso en falso y porque elencos como La Guaira (21 pts), JBL Zulia (21 pts) y Zamora (18 pts), están al acecho y procura también entrar en el G-8, al menos desplazar a Táchira que cierra con (22 pts) el límite de los clasificados, por debajo de Metropolitanos que suma la misma cantidad de puntos.