Fue en el segundo gobierno regional de Gilmer Viloria cuando comenzó a erigirse el proyecto en el municipio capital. Hoy día y gracias a ciertas adaptaciones, efectuadas tanto por directivos como voluntarios, la Cruz Roja Trujillo presta algunos servicios en la planta baja del edificio inconcluso. No obstante, el primer y segundo piso están a la intemperie, siendo ya evidentes las secuelas por el inclemente sol, vientos y lluvias
Gilcely Linares / CNP 15.221
La sede de la Cruz Roja, seccional Trujillo, está inconclusa. Tiene 16 años en construcción, sin que por ahora se vislumbre la continuidad de los trabajos correspondientes.
Culminar la obra permitiría ampliar los servicios de salud, ofrecidos de manera integral por una instancia perteneciente a la red humanitaria más amplia del mundo, en la capital y zonas vecinas, incluso desahogar la atención pública tanto en el Hospital José Gregorio Hernández como en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Transcurridas casi dos décadas desde el inicio del proyecto no existe una explicación certera por parte del gobierno regional sobre la paralización. Sin embargo, los directivos y voluntarios de la Cruz Roja, al igual que la ciudadanía anhelan la consolidación de la estructura física.
“No hay respuestas sobre la paralización o continuidad de la obra. Nosotros trabajamos desinteresadamente, pero es preciso reconocer que las condiciones no son las idóneas”, advierte Enson Linares, presidente de la seccional Trujillo de la Cruz Roja.
En contexto
Erigir una edificación para la Cruz Roja en la entidad trujillana ha sido en la historia contemporánea un latente requerimiento. En mayo de 1987 la organización comenzó a funcionar en las instalaciones del Banco de Sangre Central, luego en el Registro Principal y después en una casa alquilada, situada en Santa Rosa, el arriendo era cancelado por la gobernación.
Cuando el Palacio de los Duendes (Gobernación del estado Trujillo) ya no cubría tal gasto, la Cruz Roja pagó unos meses, lamentablemente la disponibilidad financiera no permitió seguir haciéndolo y se mudaron varios meses a la Casa Sindical, señala.
Con la finalidad de respaldar e impulsar las labores de la Cruz Roja, la segunda gestión de Gilmer Viloria, entre marzo-abril de 2007, comenzó la cimentación de la infraestructura en un terreno concedido durante el 2004 por la familia Parilli, ubicado en el sector Los Lavaderos y avenida Cuatricentenario.
El gobierno de Viloria efectuó el movimiento de tierra, el encabillado, entre otras labores. Posteriormente –indica- transcurrieron los mandatos de Hugo Cabezas y Henry Rangel Silva sin terminar la mencionada sede.
Ante ello, el personal directivo de la Cruz Roja Trujillo consiguió que les entregaran la llave de la puerta principal del recinto, adecuaron la planta baja para prestar servicios a partir de noviembre 2019.
El primer y segundo piso se encuentran a la intemperie, ya son evidentes las secuelas del inclemente sol, vientos y lluvias. Dos han sido las ocasiones que un indigente junto a una familia han intentado permanecer en el lugar, la mediación fue clave para sus retiros pacíficos, afirma.
.- ¿Cuál es el estatus vigente de la obra?
Linares inhala profundamente y responde. Al principio el edificio tendría tres pisos, incluyendo un área de hospitalización y sala de operaciones menores. La sorpresa fue que levantaron solo dos porque según las informaciones aportadas faltaban recursos económicos.
La planificación original contemplaba tener en el primer piso un quirófano y cinco habitaciones, podrían atenderse casos de cesáreas, hernias, apendicitis o extracciones de vesícula.
En el segundo piso serían las oficinas y consultorios, además, en el tercero quedaría una sala de juntas, con capacidad para 200 personas, cocina y comedor.
Esa era la descripción genuina. La realidad es que lo estipulado para el segundo piso quedó eliminado e hicieron una reestructuración sobre la distribución de los espacios, quedando entonces los cubículos para un laboratorio clínico, consultorios, auditorio, farmacia, presidencia y baños en el primer piso, mientras que en el segundo la cocina y el comedor.
En la planta baja adaptamos los espacios; cuando llegamos no había conexiones eléctricas terminadas, tampoco estaba colocada la red de aguas blancas, no concluyeron el piso ni existía un buen sistema de protección o resguardo.
El vital líquido con el que contamos es por una conexión al tubo matriz de la comunidad, por ende, hay una sola llave disponible y trasladamos el agua en tobos limpios. Tal situación impide la instalación de equipos de alta tecnología para la atención médica-asistencial.
Tras los ajustes funcionan en la planta baja un consultorio, una sala de curaciones, una sala de recuperación, un salón de reuniones, la recepción, una sala de espera, una sala de odontología, dos salas sanitarias y un depósito.
Ante la falta de techo en el área de la escalera, cuando llueve las aguas pluviales descienden e ingresan a la planta baja. Hemos intentado sostener contacto directo con el actual gobernador, Gerardo Márquez, vaticinando buscar soluciones, sin obtener aún resultados satisfactorios.
.- ¿Cuáles servicios prestan?
Aunque existen muchas carencias, la Cruz Roja cuenta con gente dedicada, responsable, entregada, comprometida, con gran vocación de servicio y humanismo, también somos fieles defensores de la vida, especialmente en conflictos armados o situaciones de emergencia.
Consultas en las especialidades de Traumatología, Nutrición, Ginecología, Pediatría, Endocrinología y Psicología son ofrecidas, por cita, a precios muy solidarios en comparación con centros privados.
Del mismo modo son colocados tratamientos a domicilio y se realiza la toma de tensión arterial, sin ningún costo. Una vez al año el Comité Internacional de la Cruz Roja conjuntamente con la Federación Internacional de Sociedades de Cruz Roja donan a la seccional materiales e insumos quirúrgicos, los cuales son entregados a personas o entes que lo ameriten.
La última dotación, durante mayo de 2023, benefició con kits quirúrgicos al Hospital José Gregorio Hernández. Cuando la pandemia, la Cruz Roja, seccional Trujillo, recibió ocho toneladas de medicamentos e insumos, siendo distribuidos en comunidades vulnerables.
Asimismo, esperamos el ingreso al país de una motocicleta de avanzada para la atención prehospitalaria. Cursos de primeros auxilios y de socorristas, con aval internacional, son impartidos en dicha seccional.
Igualmente continúa activo el Programa de Atención Psicosocial, gratuito. De ser necesario, trabajamos con Protección Civil y Bomberos.
Ayuda incondicional
“La labor voluntaria en la Cruz Roja Trujillo nace del corazón, sin esperar nada a cambio. Tenemos la satisfacción de ayudar al prójimo, con énfasis a los más necesitados y enfermos”, afirma.
Cerca de cumplir 26 años en el área de Socorro, Linares expresa que ha sido enriquecedor de forma personal y profesional, posee gratos aprendizajes, incluso experiencias adversas como ver morir a un amigo en sus brazos, aunque recibiera el cuidado oportuno.
Insiste en afianzar el compromiso inquebrantable “de luchar por la Cruz Roja, seccional Trujillo, contribuir con la sociedad y tenderle una mano amiga a los menos favorecidos”.
Hoy día son 137 voluntarios, de ellos 75 son jóvenes. La formación es posible desde los siete años en importantes aspectos de salud, proyectos, socorro, comunicación, seguridad vial, primeros auxilios y apoyo psicosocial.
Interesados en sumarse a la causa pueden acudir a la institución o comunicarse al 0272-2363514. La Cruz Roja se rige por los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad, unidad y universalidad, pro operatividad y funcionamiento.
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