1878: Inicia sus estudios en el Colegio Villegas de Guillermo Tell Villegas situado entre las esquinas de Veroes y Santa Capilla. El Colegio tenía un modelo educativo innovador orientado “al desarrollo de la inteligencia de los alumnos, enseñándolos a pensar, a razonar y a madurar sus juicios y opiniones” y que “al egresar estuvieran al servicio de la paz, la democracia, la libertad y la república…y adquirieran madurez de juicio, seriedad de carácter y capacidad de raciocinio” (cita textual de “José Gregorio Hernández. Del Lado de la Luz” Suárez, María Matilde y Carmen Bethencourt. Fundación Biggott). Contaba con profesores de prestigio y exigentes, tanto en las clases como en la puntualidad, la disciplina y el rigor de los exámenes. José Gregorio estaba en condición de interno y sobresale por su buena conducta y excelente desempeño, obteniendo premios en Castellano, Francés, Latín, Griego, Aritmética, Geografía. Fue instructor de Aritmética e Inspector General del Colegio, con lo cual contribuyó a su sostenimiento económico. Entre tanto estudiaba piano y armonio, era un buen lector y en tiempos libres se dedicaba a pasear, visitar amistades y recorrer los templos. Frecuentaba la casa de Ramón Aspúrua, tanto por sus atenciones, por sus hermosos jardines y porque frecuentaba ese lugar una hermosa chica de la cual estaba enamorado, pero María Gutiérrez Aspúrua no le correspondió.
1882: A los 5 años de estudio presentó los recaudos a la Universidad Central de Venezuela para rendir exámenes y optar por el título de Bachiller en Filosofía. El 25 de mayo presentó las pruebas ante 5 jurados y en junio recibió su título, que le permitía entrar a estudiar medicina en esa Universidad.
El 1º de septiembre se inscribe en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central de Venezuela. Continuó viviendo en el Colegio Villegas desempeñando el cargo de Inspector.
1884: El 8 de noviembre José Gregorio Hernández participa en una protesta estudiantil contra el profesor de Patología General y de Patología Interna Vicente G. Guánchez, y firma una carta donde afirman “una incompatibilidad manifiesta entre nuestras justísimas aspiraciones y la permanencia en aquellas cátedras”. Este profesor sería luego Secretario de la Universidad y le correspondió emitir el veredicto al terminar José Gregorio su examen para obtener el doctorado, y rompió emocionado el protocolo cuando exclamó: ¡Aprobado!¡Sobresaliente por unanimidad!
1885: Llegan a Caracas a seguir estudios sus hermanos César Benigno y José Benjamín, por lo que se muda a una residencia de los esposos Margarita Patria y Germán Puyou, situada de Madrices a Ibarra Número 2. Allí viviría hasta 1887, a partir de 1888 se muda a La Pastora entre las esquinas de Pelota a Punceres y vive con su tía María Luisa Hernández Manzaneda y su hermana Josefa Antonia Hernández Cisneros, hasta 1909 cuando se muda de San Andrés a Desbarrancados N° 3 hasta su muerte en 1919.
La situación económica no era holgada, pero trabajaba en el colegio Villegas, daba clases particulares, hacía sus trajes pues había aprendido sastrería y tenía una vida frugal. Estudiaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano, el latín, tenía conocimientos de hebreo. También música (piano, órgano, violín y flauta), pintura, filosofía y teología. A Hernández le gustaba mucho el baile y acudía con sus compañeros a diversas actividades sociales, visitaba amistades, asistía a la clásica retreta de la Plaza Bolívar. Una visita frecuente era a la casa del Dr. Dominici, rector de la Universidad y padre de su amigo Santos Aníbal, allí almorzaba los domingos y tocaba piano junto a una de las muchachas, quien se enamoró de José Gregorio pero pronto se dio cuenta que este joven estaba orientado a otros destinos.
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1888: Culmina los estudios formales de medicina, en total 21 cursos en los cuales obtuvo 13 sobresalientes y en todas siempre por encima del promedio. Tuvo en toda la carrera 59 inasistencias, la mayoría por problemas de salud (fiebre tifoidea) en tercero y cuarto año En esos tiempos los estudios de medicina eran muy teóricos y tradicionales, no existían buenos laboratorios y los hospitales eran muy deficientes. Estas deficiencias eran compensadas por la excelencia de los profesores entre los cuales destaca el Dr. Calixto González, un hombre preparado que había sido discípulo del Dr. José María Vargas, culto, excelente ciudadano y promotor de diversas campañas de salud pública y quien presidió la Junta de Médicos que en 1888 hizo todo lo necesario para la creación del Hospital Nacional que llevaría el nombre del Dr. Vargas. El Dr. Calixto González sería la persona fundamental para que se seleccionara a José Gregorio para ir a París y Berlín a especializarse en medicina experimental, adquirir los equipos necesarios, instalar los modernos laboratorios y modernizar los estudios de medicina en Venezuela. En el cuarto año de la carrera fue discípulo del Dr. Adolfo Ernst, profesor pionero del positivismo en Venezuela y de la modernización de los estudios de medicina.
Sus compañeros de estudio también fueron determinantes en su aprendizaje, por los intercambios y polémicas que se daban entre ellos. Los más cercanos fueron Santos Aníbal Dominici Otero, Luis Razetti, Pablo Acosta Ortiz y Jesús Rafael Risquez, Enrique Meier Flegel, Juan de Dios Villegas Ruíz, el poeta Gabriel Muñoz entre otros.
El 29 de junio rindió su examen doctoral frente al jurado integrado por los doctores Elías Rodríguez, Calixto González, Nicanor Guardia, Manuel María Ponte y Simón Vaamonde Blebois, todos vestidos con los solemnes trajes académicos. Dado su prestigio de ser el mejor estudiante de la Universidad, al salón acudió numeroso público entre ellos profesores, estudiantes, médicos en ejercicio y público en general. Asisten los Senadores por el Gran Estado de Los Andes los Generales Jesús María Aristiguieta, Francisco Alvarado y José María Baptista, junto a los Diputados Generales Víctor de Jesús González y Carlos F. Ruiz, más el Dr. Juan Pedro Chuecos Miranda. Las exposiciones de José Gregorio fueron memorables, pues a cada pregunta sacada al azar el examinado dictaba una lección magistral. Al finalizar no se pudo guardar el protocolo tradicional de desalojar el salón y que deliberara el jurado a solas.! “Aprobado” ¡se escuchó un grito emocionado, y en seguida ¡“sobresaliente por unanimidad”. Era el Dr. Vicente G. Guánchez Secretario de la Universidad. Los asistentes estallaron en aplausos, los jurados en abrazos y el rector Doctor Aníbal Dominici al otorgarle el título le dijo: “Venezuela y la Medicina esperan mucho del Dr. José Gregorio Hernández”.
*Ilustraciones: Gustavo Bencomo
@gustavoobencomo