La aparición de un Mago y el golpe certero del rey Salomón catapultaron la urgida victoria de la vinotinto ante Chile y un jovencito del Barrio El Milagro, Johantony Carmona surgió como héroe en el triunfo del amarillo y marrón frente a Estudiantes de Mérida. Ambos acontecimientos resultaron un bálsamo para “Juan pueblito” que ha sufrido las de Caín en un año donde la pandemia no sólo ha causado estragos en Venezuela, sino en el mundo entero. Y de ñapa el deterioro de los servicios como el agua, gas doméstico, transporte, energía eléctrica y pare de contar. Sin olvidar, que lo que ganamos no alcanza para un kilo de queso o un cartón de huevos, crean un cuadro apocalíptico.
En la mañana del martes 17 amanecimos sin una gota de agua en Caminos de Carvajal, sector la Arboleda donde vivimos. Nada raro porque Valera y sectores circunvecinos sufren por este vital servicio cuando el obsoleto diquetoma de El Cumbe es golpeado por la crecida del río Motatán.
Tuvimos que apelar una vez más a cocinar con leña a falta de gas. Hace varios meses no nos surten de este producto. Nos defendemos con una cocina eléctrica. Hoy no contamos con ella. De nuevo echó el tiro. Armar un fogón en las afueras de la urbanización para poder llevar algo al estómago es la alternativa. No queda otra, El panorama es complicado para hacer el fogón. La poca leña y chamizos están mojados, debido a la lluvia que ha caído frecuentemente.
Sopla que sopla, hacemos de tripas corazón para que el fuego no se apague. Contra todos los pronósticos pasado del mediodía, el almuerzo está listo luego de cuatro horas de soplar y soplar el bendito fogón. Después de meterle a la papa reposamos una hora para darnos un baño y quitarnos el olor a humo. Menos mal que dejamos un tobo con agua porque por la tubería salía puro aire.
El martes 17 vísperas del día de La Chinita jugaba la Vinotinto y el Trujillanos FC en el balompié nacional. Eran como las tres de la tarde cuando empezamos a orar para que no no quitaran la luz o nos dejaran sin señal para ver el Venezuela contra Chile a las 5 pm. Gracias a Dios comenzó el partido y la luz ahí, ¡qué angustia!. Un Mago saca debajo de la manga un golazo para alegrar la vida de tirios y troyanos en un país donde la Vinotinto une por 90 minutos a un pueblo totalmente dividido.
Mago es un héroe inesperado, la ausencia de Roberto Rosales, superestrella de la Vinotinto, obliga a su alineación. Por ahora tiene la cinta de héroe. Un soldado convertido en general.
Pero el golazo se fue al pozo con el empate de Chile, obra del Rey Arturo, verdugo de Venezuela a través de la historia futbolística. Suena el pitazo del primer tiempo y la luz continúa ahí campante y sonante.
Pero si Chile tenía su soberano, la Vinotinto contaba con el suyo. Cuando muchos criticaban a Salomón Rondón y hasta pedían su cambio, convirtió el gol de la victoria. De ese triunfo que tanto necesitaba la oncena dirigida por José Peseiro en las eliminatorias a Qatar.
¡Viva el rey Salomón!.
Oímos un ruido por las tuberías, está llegando el agua. Y la luz ahí. Rezábamos para ver el Trujillanos-Estudiantes en el fútbol nacional. Cambiamos el canal, ahora al 2. Se nos arrugó el corazón, un regalo del portero González originó una falta donde los emeritenses fabricaron el 1 a 0, el Estudiantes arriba.
El escenario quedó listo para un canterano, un muchacho del Barrio El Milagro, que ni siquiera es regular en la tropa de Martín Carrillo. Las oportunidades las pintan calvas. Johantony Carmona nos pone a bailar con el gol del empate, y no contento con eso, repitió la hazaña con un segundo gol para obtener tres puntos muy importantes que dejan al amarillo y marrón en la pelea de la clasificación a eventos internacionales.
Día perfecto, ganó La Vinotinto, ganó El Trujillanos.
¡Viva el mago! ¡viva el rey Salomón! ¡viva el príncipe Carmona! ¡viva la Vinotinto! ¡viva El Trujillanos!.
¡Vivamos todos pese a la rosca hereje que estamos llevando!