Crisis en el Miss Venezuela

 

(Basado en una Investigación de Francisco Suniaga)

Estos últimos días han estado lleno de controversia con respecto al Miss Venezuela. Desde que el zar de la belleza, Osmel Sousa, renunció a su cargo como presidente, puesto que tenía desde hace 40 años, varias polémicas se desataron referentes al “patrocinio” que recibían algunas candidatas de  empresarios, relacionados al gobierno venezolano. Además, que el dinero que recibían era procedente de malas prácticas de estos.

¿Cuánto cuesta ser Miss?

.- Los gastos o la inversión  para concursar en el Miss Venezuela son muy elevados, pues al menos durante cuatro meses deben mantenerse impecables 24 horas al día, siete días a la semana.  Durante este lapso las chicas gastan unos 10 mil dólares en prendas de vestir, zapatos y accesorios, preferiblemente de marca. Los Dolce&Gabbana, Louis Vuitton, Armani  y Louboutin se pasean por la Quinta (sede de la Organización Miss Venezuela) como en cualquier pasarela de París o Milán.

.- Las extensiones de cabello natural han pasado a ser tan importantes como la vestimenta. Comprarlas y colocarlas está por el orden de los 550 dólares.

.- El gimnasio se convierte en un elemento tan importante como el agua para las futuras candidatas, que pueden gastar hasta 90 dólares mensuales que incluyen un entrenador personal Una vez que son elegidas candidatas el costo del gimnasio corre por cuenta de la Organización Miss Venezuela. En otros casos se hacen intercambios publicitarios como por ejemplo con las carillas o prótesis dentales que hacen ver la dentadura “perfecta”, es una intervención conocida como “diseño de la sonrisa”.

.- Un vestido de gala puede costar entre 5 y 10 mil dólares dependiendo del diseñador. No obstante, en la mayoría de los casos, hay un acuerdo con la aspirante, que lo desfila, lo muestra y luego lo devuelve.

.- Las cirugías plásticas son caso aparte, la mayoría de las jóvenes que participan en el concurso pasan por el bisturí.  Las operaciones más frecuentes a las que deben someterse son  una  rinoplastia (nariz), una  mamoplastia (senos), una cirugía de orejas y una liposucción para quitarte un poco de grasa de las caderas. Estos procedimientos tendrían un costo total de 13.800 dólares.

De acuerdo a lo anterior , la carrera por la corona es el equivalente a 924 salarios mínimos mensuales o 77 años de trabajo.

 

Patrocinios Oscuros

Ante los altos costos de participación, algunas chicas apelan a los “patrocinantes”, esta figura no es una novedad en el certamen. Desde los inicios del Miss Venezuela, algunos diseñadores cedían sus confecciones para que las chicas desfilaran en traje de gala. En otros casos, algunos maquilladores y estilistas preparaban a las participantes a cambio de que se hiciera mención a su trabajo, práctica que aún se mantiene. Incluso se ha repotenciado gracias a las redes sociales. Esto se conoce como un patrocinio transparente.

Pero en los últimos cuatro años precisamente cuando se ha profundizado la crisis económica,  se fortaleció la figura del patrocinante oculto, un personaje que no busca publicidad por su trabajo, por el contrario, prefiere permanecer bajo las sombras y actúa como un mecenas clandestino.

Estos patrocinantes ocultos son  empresarios y funcionarios gubernamentales que se mueven en el mundo de la belleza, siempre prestos a ayudar a cambio de compañía y/o favores sexuales. Lo ideal para ellas es conseguir el apoyo de banqueros o alguien del gobierno, son los que prestan la ayuda más fuerte y así no tienen que salir con varios.   Este tipo de  patrocinio oscuro se trata de mantener en secreto, porque  generalmente son hombres casados, así que todo se maneja de manera muy cautelosa.

Los “padrinos” no obligan a las muchachas a aceptar estos acuerdos. Por lo general, se organizan fiestas o cenas en donde son presentadas a los posibles patrocinantes. De la joven queda decidir si acepta o no.

De acuerdo con cifras tentativas, un 30% de las candidatas cada año acceden a este tipo de mecenazgo. Pero hay que hacer destacar, que el patrocinio oscuro ocurre en casos aislados,  no es lo que prevalece en el Miss Venezuela por donde han pasado más de 1.400 muchachas desde 1952.

 


 

Trapos al Sol

 

El tema del financiamiento oculto dejó de ser un secreto a voces, luego de que la exmiss y hoy actriz y top-model, Patricia Velásquez, narrara en su autobiografía ‘Sin tacones, Sin Reservas’ (publicada en 2014) que había tenido que prostituirse para costearse su participación en el certamen Miss Venezuela en 1989.

 

En septiembre de 2015 en el diario La Razón, del periodista Manuel Isidro Molina en las cuales se acusa a Sousa de estar directamente relacionado con el patrocinio oscuro. Sousa rechazó las acusaciones.

 

Luego, el documental ‘To Be a Miss’ (estrenado en 2016), muestra cómo las aspirantes están obligadas a conseguir financiamiento para realizarse las cirugías que el concurso exige y por eso, buscan patrocinantes.

 

En mayo de 2017,en una sala de teatro de Miami, Estados Unidos,  la ex-miss Venezuela 2013, Migbelis Castellanos en un monólogo autobiográfico  hace referencia de las “sutiles” sugerencias que le hizo su jefe (refiriéndose a Sousa), para que agradeciera a una persona externa a la organización el pago del costoso ajuar que llevaría al Miss Universo. Ante esto las alarmas en la Organización Miss Venezuela se encendieron y Sousa respondió “El único hombre con quien la mandé a hablar fue con el psiquiatra porque tenía varios tornillos flojos. Y no creo que haya ido”, dijo el hacedor de misses.

Otro de los personajes clave de esta historia es la escritora y periodista Ibéyise Pacheco, quien el año pasado publicó la novela ‘Las muñecas de la Corona’,  acerca de los crímenes y la perversión del chavismo en el poder, con especial atención a la prostitución encubierta tras las bambalinas de la belleza.¿Realidad o ficción?

 

 A comienzos de febrero de este año, Osmel Sousa sorprende al anunciar su renuncia a la Organización Miss Venezuela,     de inmediato corrió la versión de que su salida está  relacionada  con señalamientos que ya apuntaban hacia el manejo del patrocinio oscuro. Pero Sousa aclaró que su decisión obedece a intereses empresariales, pues en los  últimos años un directivo se  dedicó a minar su autoridad y a desplazarlo profesionalmente. Aunque no señaló a alguien en específico, trascendió que se trata de Jonathan Blum, quien desde 2013, está al frente de Cisneros Media.

Pero la crisis estalla a raíz del enfrentamiento que por Instagram sostuvieron las exmises y animadoras Anarella Bono (ex mujer del superintendente de la banca, el comandante Antonio Morales, antiguo edecán de Chávez) y Débora Menicucci (esposa de Maikel Moreno), presidente del Tribunal Supremo de Justicia, con otras reinas de belleza venezolanas. «Todas son unas zorras y aquí todo el mundo las alaba. La arrechera que me da es que las únicas enchufadas somos nosotras», se defendieron Bono y Meniccuci. Muchas  mises se vieron afectadas por la polémica. La organización primeramente emite un comunicado afirmando que no tenía conocimiento de los «hechos descritos»,  pero luego –ante las dimensiones que tomó el escándalo-, anuncian la paralización de todas las actividades inherentes al concurso de Miss Venezuelay la famosa Quinta fue cerrada de forma provisional, también anunciaron la creación de un nuevo comité de belleza, asegurando que «se reforzará su código de ética, reglas de participación y cada uno de sus controles internos para asegurar que hechos como los que ha sido atribuidos a terceros en redes sociales, no tengan cabida alrededor del concurso».

 

 

 

 

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