Crisis económica sepulta confiterías en Boconó

Las personas quedan sorprendidas por los precios de los pepitos. Fotos: Karley Durán.

Comerciantes predicen cierres progresivos porque el precio de los pepitos y las golosinas suben constantemente, mientras las ventas al mayor y detal van en picada, también por la escasez de efectivo

La aguda crisis que golpea la economía de Venezuela, sin duda alguna salpica a todos los sectores productivos, incluido el de las golosinas o confiterías, tanto así que de 50 empresas nacionales, sólo quedan aproximadamente ocho.

Pero la situación es más visible en negocios pequeños, que en el caso de Boconó, muchos con sus santamarias abiertas muestran también anaqueles vacíos, primero porque los costos son exorbitantes y desde luego, porque tampoco llegan proveedores.

No pueden reinvertir

Anaqueles vacíos se aprecian en las confiterías de Boconó.

Cuenta un vendedor asiático con 16 años en la localidad que el debacle comenzó en agosto de 2017, cuando las ventas se convirtieron en pérdidas y los amantes de los dulces dejaron de satisfacer el gusto para adquirir comida y otros servicios importantes.

“Practicamente lo que pude vender son algunos pepitos, cotufas, caramelos, galletas y piñatas, no de las marcas reconocidas porque no se venden con facilidad y pese a eso, me cuesta reinvertir. Uno hace un pedido hoy y cuando llega el costo es el doble”, cuenta.

 

 

Un caramelo = tres pasajes

Las cajas de galletas se convierten en recipientes de cotufas.

Para contextualizar el alza de precios, indica que un caramelo de Bs.100 pasó a Bs. 3.000, equivalentes a tres pasajes urbanos. Un paquete de galleta soda de 22.500 saltó a 90.000. Los pepitos sobrepasan los 25.000 y sólo una chupeta oscila entre 15.000 y 20.000.

Para los bodegueros y consumidores, ni al mayor ni al detal se puede comprar, menos con la escasez de efectivo; por eso es común que los chocolates (casi imposibles de degustar) sean ofrecidos en farmacias y supermercados; donde todas las chucherías se duplican de precio.

En Boconó cada día se aprecian menos confites y la variedad y calidad han desmejorado. De igual manera se redujeron considerablemente las fiestas de niños; por esta razón los comerciantes se unen a la petición de todos los venezolanos: un cambio en el sistema económico para que aumente el poder adquisitivo de todos.

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