En psicología está bien estudiado que algunas personas que sufren desgracias fuertes luego viven lo que se llama ‘Desorden de Estrés Postraumático’ lo cual es una condición debilitante que puede ser muy difícil de superar. Pero hay casos en los cuales puede haber un ‘Crecimiento Postrauma’, es decir, la persona afectada se desarrolla como ser humano: Las cosas que antes le parecían muy angustiantes ahora le parecen nimiedades, y afronta con más energía y claridad las dificultades.
Algunos autores han considerado que las adversidades son beneficiosas. Por ejemplo el filósofo chino Mencio (aprox. 371-289 A. de C.), en ‘El Libro de Mencio’ dice: “Cuando los cielos asignan una gran responsabilidad sobre algún hombre, él ejercitará su mente con el sufrimiento, someterá su mente, articulaciones y huesos a un trabajo duro, someterá su cuerpo al hambre, se someterá a la pobreza, encontrará obstáculos en las vías hacia sus objetivos, de tal manera que estimulará su mente, fortalecerá su naturaleza y mejorará en todo lo que sea incapaz” (1). De manera similar el apóstol cristiano San Pablo (aprox. 10-65) en su ‘Epístola a los Romanos’ dice: “También nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza” (5:3-4). Asimismo podemos recordar al dramaturgo griego Esquilo (525-456 A. de C.) que en su tragedia: ‘Agamenón’ dice: “Zeus ha decretado / que los hombres adquirirán sabiduría por medio del dolor” (Coro, Líneas 177-178).
También podemos recordar al filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) que en su obra ‘El Crepúsculo de los Ídolos’ (1895) dice: “De la escuela de guerra de la vida – Lo que no me mata me hace más fuerte” (‘Sentencias y Flechas’, aparte 8). Recordemos al Dalái Lama (nac. 1935), líder del Tíbet y Premio Nóbel de la Paz en 1989, que en su obra: ‘El Arte de Vivir’ (1995) dice: “La persona que ha vivido más contratiempos puede sobrellevar con más firmeza los problemas, que la persona que nunca ha experimentado sufrimiento. Desde este punto de vista, entonces, algo de sufrimiento puede ser una buena lección en la vida”.
El filósofo presocrático Heráclito (aprox. 540-480 A. de C.) insistía en que lo bueno sólo es bueno respecto a lo malo. Por ejemplo en uno de sus fragmentos dice: “No es bueno para los humanos obtener todo lo que quieran. Es la enfermedad la que hace que la salud sea dulce y buena, es el hambre la que hace buena la saciedad, y es la fatiga la que hace bueno el reposo”. En otro fragmento dice: “Si no fuera por estas cosas, ellos no hubieran conocido el nombre de justicia”. Este fragmento es difícil de entender, pero algunos autores lo han interpretado como la dependencia conceptual que tiene la justicia respecto a la injusticia. Es decir, realmente se valoran las leyes y las instituciones cuando se han conocido las consecuencias de su ausencia. Por ejemplo se aprecia la justicia cuando se ha vivido la injusticia.
Entonces, quizás cuando superemos la mala situación que estamos viviendo, nos podamos desarrollar mejor como seres humanos y como país. NOTA: (1) Pag. 78 en Wing-Tsit Chan (1963) ‘A Source Book in Chinese Philosophy’.