Gabriel Montenegro/DLA.- Los expertos en sociología sostienen que «conjuntamente con el hambre, la marginalidad, el desempleo, el analfabetismo, la violencia, la guerra, entre otros, la indigencia constituye una de las grandes calamidades sociales que indudablemente contribuye a la negación de una vida digna, larga y saludable del ser humano».
En Valera y Trujillo, ciudades que no escapan a la presencia de personas en situación de calle por diversas causas, desde los traumas sicológicos hasta el abandono familiar por falta de recursos, en los últimos días ha ido «in crescendo» la presencia de personas abandonados a su suerte, sin que haya un organismo que ofrezca garantía de atención y que reciban subsidio seguro por parte del Estado Venezolano.
Trajeron un «lote» de Mérida
Hace cosa de tres días, los vecinos de los sectores El Cumbe, Las Palmeras, Villa Mercedes y Quebrada de Cuevas, denunciaron la aparición de varias personas extrañas deambulando por las calle y carretera principal. Al investigar de qué se trataba este fenómeno nada común, se dieron cuenta de que al parecer un vehículo tipo camioneta procedente presuntamente del estado Mérida, llegó a las cercanías de la zona limítrofe entre Timotes, entrada a la Mesa y Villa Mercedes, dejando a varias personas que presentan problemas mentales y regresando de nuevo hacia los valles merideños.
Esta irregularidad se ha vuelto repetitiva y nos recuerda, que hace varios años, desde el vecino estado Zulia, personas inescrupulosas repartían los enfermos mentales en las regiones cercanas con la finalidad de no brindarles atención y considerarlos un «estorbo» para la sociedad.
Triste este episodio, máxime cuanto en Venezuela la protección social debería estar garantizada y el gobierno, lo reza la constitución, debe atender a sus ciudadanos en cualquier condición o estado social.
Apelamos a las autoridades regionales, al gobernador Henry Rangel Silva y a los organismos competentes para que investiguen este asunto, porque Valera y otras ciudades como Trujillo, Boconó, Sabana de Mendoza , Motatán, Carvajal, Betijoque y Escuque ya tienen sus propios indigentes, muchos de ellos quienes se han convertido en personajes populares, quienes no dejan de ser, más que un problema comunitario, otro drama social lamentable que crece y crece cada día, especialmente en estos tiempos de severa y nefasta crisis social. ¡ Amanecerá y veremos!.