Covid-19 deja secuelas en la nutrición de los trujillanos 

En la opinión de especialistas en el área nutricional, quienes han optado por mantenerse en casa, con poca o nula actividad física, sumado a la incertidumbre de no saber cómo y cuándo se solucionará esta situación de la pandemia y sus “coletazos”, genera estados de ansiedad que hacen que las personas sientan más hambre de la usual, y lamentablemente muchos no tienen la capacidad de saciar ni siquiera el “hambre casual” 

“Mire hijito, como usted sabe hace mucho por acá no sabemos lo que es cocinar con gas de bombona, mis nietos me ayudan a buscar leña, pero vaya usted a creer que hasta eso cuesta encontrar, es que hay mucha gente cocinando a fogón. A Dios gracias mis hijos que están en Ecuador me mandan y con eso pude comprarme una cocinita eléctrica. Pero el pobre cuando saca la ropa a secar al sol, le llueve. Desde hace rato que acá nos quitan la luz precisamente a la hora de la comida, entonces uno termina desayunando en horas del almuerzo, y almorzando en horas de la cena, pero a veces uno ni sabe a qué horas come”. Esta es la historia de Beatriz Simancas, una trujillana de 82 años quien cuenta el “calvario” que vive – como muchos ciudadanos de la entidad – en el populoso sector de la La Libertad en el municipio Valera, donde saciar la necesidad básica de alimentarse, parece ser un lujo.

Foto referencial: @Hen.ner

Diario de Los Andes consultó a la licenciada en Nutrición y Dietética (egresada de la Universidad de Los Andes), Celimar Briceño, para constatar las consecuencias nutricionales que deja la pandemia del Covid-19 en la entidad, sumado con la carencia de servicios públicos, los cuales repercuten en la salud de los trujillanos.

¿Cómo cree usted que ha afectado la pandemia del Covid-19 en la nutrición del trujillano?

“Para nadie es un secreto que la población a nivel mundial, ha debido cambiar ciertos hábitos debido a la aparición del Covid-19, el estado Trujillo no es la excepción. Estar más tiempo en casa, con poca o nula actividad física, la incertidumbre de no saber cómo y cuándo se solucionará esta situación genera estados de ansiedad que hacen que las personas sientan más hambre de la usual, y que consuman alimentos en gran cantidad y no siempre de la mejor calidad y aporte nutricional”.

Hemos recibido reportes de familias que comen a destiempo por falta de gas y electricidad. ¿Cómo afecta esto a su salud?

“Comer a deshoras, es otro de los inconvenientes que ha traído consigo el Covid-19 ya que nuestros horarios han cambiado de forma radical, y aunado a esto las fallas en los servicios básicos complican la situación. Las personas se inclinan hacia el consumo de alimentos como el pan, galletas lo que incrementa el aporte de calorías partiendo de los carbohidratos simples, lo que pudiera afectar el estado nutricional generando sobrepeso y un escaso o nulo aporte de proteínas, vitaminas y minerales, y peor aún, en otros casos lleva a las personas a mantener largos ayunos que pueden generar malestares gástricos, dolores de cabeza y/o hipoglicemias”.

¿Es posible pronosticar una generación futura con múltiples problemas de salud tomando en cuenta la malnutrición que denuncian distintas ONG? ¿Cuáles pueden ser los principales problemas de salud que pueden padecer esas futuras generaciones? 

“Pueden presentarse en la población problemas de malnutrición por déficit y/o exceso. Lo que supone un problema ya que un adecuado estado nutricional nos permite gozar de un Sistema Inmunológico más fortalecido, ya que hay una estrecha relación entre lo que consumimos y nuestra respuesta a las enfermedades. Recordemos que pacientes con sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares se encuentran en alto riesgo de morbimortalidad de cara a la pandemia”.

¿Qué alternativas sugiere para «palear» la crisis alimentaria y nutrirnos en medio de la pandemia, escasez de gas además de los problemas de electricidad?

“Sin lugar a dudas mantener un adecuado consumo de frutas, verduras y hortalizas nos permite tener acceso a las vitaminas y minerales que ellos contienen, son de menor costo en comparación con algunos medicamentos. Los tubérculos son una fuente por excelencia de carbohidratos que nos dan energía y contienen un importante aporte de fibra. En lo posible tratar de consumir una porción de proteína de origen animal (carne, pescado, huevo, pollo) en las comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y en su defecto proteínas de origen vegetal como lo son los granos (frijoles, lentejas, arvejas, etc)  combinados con cereales como el arroz. Evitar el consumo excesivo de gaseosas y golosinas”.

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Por: Alexander González

IG: @AlexGonzalezDigital

Foto referencial: @Hen.ner

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