Una consecuencia de los cortes de electricidad es la paralización en el surtido de gasolina, puesto que las máquinas en las estaciones de servicio, aunque tengan combustible, dependen de la electricidad.
De esta manera se suma un daño colateral para los transportistas y conductores del estado Trujillo que además de las penurias por la ausencia de electricidad para sus quehaceres dentro del hogar, lugares de trabajo y diligencias particulares, la movilización en vehículos resulta afectada al no tener el combustible.
Diario de Los Andes recorrió varias estaciones de servicio la tarde de ayer desde el sector Las Acacias hasta el final de la avenida 6, enlace con la avenida Bolívar de esta ciudad y ninguna tenía electricidad, por lo cual permanecían cerradas; entre tanto los encargados y personal dio a conocer que sí contaban con gasolina y sólo esperaban por la electricidad para retomar la jornada.
Lo difícil del asunto comercial sobre la gasolina es que los cortes ya no son de tres horas ni una vez al día, sino pueden ser hasta de seis horas y en más de dos oportunidades; se convierte en una lotería o cuestión de suerte, acudir a la estación de servicio y lograr llenar el tanque de gasolina del vehículo. O dejar los últimos litros para hacer recorrido por varios lugares empezando en Eje Vial hasta El Country a ver cual consigue operativa: con gasolina y electricidad.