Consultorio Para el Alma | Viendo la Verdadera Necesidad | Por: Jose Rojas

 

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 “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, que era la de la oración. Había un hombre, cojo de nacimiento, que era llevado y dejado cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le dieran limosna. Pedro, con Juan, fijando en él los ojos”. (Hechos 3:1-4)

A veces se nos hace difícil el mirar a las personas necesitadas. No queremos avergonzarlos al prestarles demasiada atención. Nuestra sociedad nos ha enseñado a no mirar. Una persona postrada en una silla de ruedas desde el nacimiento una vez escribió como ella se sentía invisible. Ella ansiaba una cálida sonrisa, o un saludo amistoso. Ella pedía que le permitiéramos a nuestros hijos que tocaran su silla de ruedas y la tocasen a ella — que no la trataran como si tuviera una enfermedad de comunicación. Ella quería que nosotros supiéramos, que dentro de esa cáscara que veíamos, existía una persona viva, que tenía la necesidad de ser amada y aceptada, así como la de amar a otros.

Cuando vemos a alguien en necesidad, ¿buscamos en nuestros bolsillos por algunas monedas sueltas y corremos hacia otro lado, o miramos a la persona directamente y vemos en él/ella a la verdadera persona que hay dentro? Sé honesto/a contigo mismo, ¿cómo te sientes al estar cerca de personas que no son como tú — en sillas de rueda, deformados, sin techo, alcohólico/adicto, o mentalmente retardado? ¿Estás dispuesto/a a mirar a esa persona? ¿Tienes miedo de lo que puedas ver?

Fuente: Liga del Testamento

 

 

 

 

 

 

 

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