Por: José Rojas
Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría decidió que debíamos seguir adelante, con la esperanza de llegar a Fenice, puerto de Creta que da al suroeste y al noroeste, y pasar allí el invierno.” (Hechos 27:12)
Ellos siguieron a la mayoría. Si desea hacer un montón de malas decisiones, elegir lo que quiere la mayoría. El hecho de que la mayoría de gente está de acuerdo no hacer lo correcto. Mira Moisés y los israelitas: Si se deja a un voto, entonces Moisés habría sido expulsado desde el principio y los israelitas habrían vuelto a la esclavitud en Egipto.
Dios no hace las cosas por la opinión popular o el voto mayoritario. Lo que Dios dice es definitivo. Tome la gravedad, por ejemplo, yo puedo tomar mi lápiz, mantenerlo por encima de mi escritorio, y luego dejarlo ir. ¿Qué crees que pasará? Por supuesto, todos sabemos que va a caer a mi escritorio. Es la ley de la gravedad en el trabajo. Si no me gusta este resultado, por alguna razón, y obtener todo el país a un acuerdo para enmendar la Constitución y hacer que la gravedad ilegal, será que funciona? ¿Tiene que parar la ley de la gravedad que se aplique a mi lápiz? Por supuesto que no!
¿Entonces por qué los marineros creen que votando se puede cambiar el hecho de la temporada de navegación se había convertido en peligroso? Tampoco lo sé, pero yo veo un tipo similar de absurdo democrático de las decisiones tomadas todos los días. En cambio, nuestra primera idea y la pregunta debería ser siempre, «¿Qué dice Dios acerca de esto?»
¿Qué «Ley de Gravedad», está tratando de legislar fuera de la existencia en su vida? ¿Qué ley de Dios está tratando de superar en las elecciones? ¿Se trata de su matrimonio? Crianza de los hijos? ¿El dinero y el diezmo? La primera pregunta debe ser siempre, «¿Qué dice Dios?» Pídele a Dios en este momento lo que está diciendo acerca de su dirección. La mayoría no descarta, tomar una mala decisión correcta, o revocar las leyes universales.
Fuente. Liga del Testamento
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